lunes, 21 de marzo de 2011

Cocktail Unconscious Apple (Manzana inconsciente)

Cocktail Unconscious Apple (En los límites de la razón)

Cocktail inconsciencia


Ingredientes:

Una manzana reineta
Unas gotitas de limón
Dos cucharadas de vodka
Una cucharada de moscatel
Una cucharada de vermouth casero
Un golpe de sifón (soda)

Cuestión de elección


Elaboración:

Lo más artísticamente posible vaciaremos la manzana de su corazón y de gran parte de su porosa carne, dejándola a modo de recipiente sobre el que verteremos el zumo de limón para evitar que se oxide y para que penetre bien en la carne de la fruta, pues pensemos que de este cocktail se consume hasta la copa.

En un vaso mezclador, para poderlo agitar bien introduciremos el vodka, junto con los vinos dulces. Hemos elegido moscatel y vermouth por la alta calidad de los mismos en nuestra tierra aragonesa, pero el combinado aceptaría sustituirlos por otros, un Oporto e incluso un Sauternes serían válidos.

Tras agitar bien verteremos la mezcla en el hueco de la manzana, y por último le daremos la chispa final con el toque del sifón, que le aportará el toque espumoso que un buen paladar agradecerá. No se recomienda el uso de hielo en la bebida porque a temperatura ambiente la bebida penetra mejor en los poros que presenta esta variedad de manzana, pero si la opción de comerse la fruta no apetece al comensal, no hay problema en añadir hielo picado al hacer la mezcla.

No es cuestión de razones
Nucleares No
Que no


Justificación de la receta:

Dos han sido las consideraciones que hemos tenido en cuenta para la elección de la receta que nos trae hoy aquí. La primera es su carácter alcohólico y el estado alterado de consciencia que provoca su consumo, que como veremos es necesario para comprender parte del discurso. La siguiente razón hace referencia a la obra de uno de los personajes que visitaron recientemente este humilde blog. Nada menos que el Fata Morgana de don André Breton. Se trata de un poema largo que más bien adopta la forma de acumulación de citas, lugares, acciones inconexas e imágenes desubicadas que consiguen el objetivo final del autor, la definición del sentido de la vida y del mundo en el que se desarrolla (nada menos). Considerándola abierta y dinámica, no encuentra manera más acertada de acercarse a ella que a través de los límites de la consciencia. El título hace referencia a la hechicera de la saga de leyendas artúricas que ubican a esta hermanastra del rey en la isla de Avalón. Nombre proveniente de lenguas olvidadas pero que en este caso hace referencia a la abundancia de manzanos que por allí debían crecer de manera silvestre. El pensador galo no eligió como lugar para sus versos esta isla fantástica por su carácter frutero, sino porque según determina la leyenda, el lugar está siempre en continua transformación. Cambios rápidos que no soportarían  ninguna descripción, pues a cada intento la realidad habría sufrido una brutal metamorfosis que la dejaría caduca.

Lecciones de la Historia


Estando esta mañana tomando café en un bar junto a una mente esclarecida y brillante, la conversación derivó de manera natural hacia las consecuencias de la crisis nipona. El terremoto ha causado una gran conmoción en todo el mundo, pero junto al drama y los lamentos ya se vislumbran algunos de los posibles efectos positivos del mismo. Entiéndase bien lo de efectos positivos en medio de una conmoción así. Pero sin duda la reconsideración de las posturas favorables al desarrollo de la energía nuclear, es un hecho positivo. Decía nuestra amiga, cortado bien tirado en mano, que a ella no le interesaban la multitud de teorías nuclearistas basadas en la justificación cientifista y estadística. Por cada científico y teoría antinuclear que se exponga, habrá siempre otro que, partiendo de consideraciones distintas, demostrará el beneficio de la misma. Nos ha puesto un ejemplo irrebatible.

Los estadounidenses en el verano de 1945 utilizaron razones estadísticas e incluso humanitarias para justificar el lanzamiento de las bombas atómicas sobre los japoneses. El discurso no sólo es simple e inteligible, sino basado en argumentos reales, certeros y cuantificables: de no haber lanzado aquellas bombas, la guerra se habría alargado largos años, en los que mucha más cantidad de población habría muerto. Los gastos militares habrían ascendido, y el hambre y los estragos bélicos hubiesen generado un sufrimiento incomparablemente mayor que con el lanzamiento de las bombas. La idea es acertada, decía nuestra amiga, pero sólo a un mal nacido o a algún maquiavélico militante le sirve de justificación. Y no es necesario ningún otro análisis que desmienta la teoría basándose en nuevos cálculos y pruebas empíricas. El lanzamiento estuvo mal. Muy mal. No debe volverse a repetir jamás. Nada lo justifica. Y llevaba razón, porque todos los presentes teníamos la certeza de lo erróneo de aquella decisión, aún estando de acuerdo en la validez del argumento esgrimido. ¿Y por qué? ¿No somos seres racionales? Aquí viene el mensaje que queremos transmitir desde estas líneas.

¿Aprendemos?


Desde nuestro punto de vista, creemos firmemente que no somos seres racionales. Sí somos los únicos que somos capaces de utilizar la razón, pero eso no quiere decir que sea la guía de nuestros destinos. Es más, en los momentos importantes de nuestras vidas, la razón es un mecanismo al que, por suerte, casi nunca recurrimos. Nadie valora la rentabilidad de cuidar un familiar enfermo, ni la de tener un hijo (por mucho que digan que traen un pan bajo el brazo), ni la de colaborar con ONG´s. No hay justificación racional cuando nos metemos en tremendos líos por defender a un amigo. Qué razón objetiva existe para que personas acomodadas se líen el manto a la cabeza e inicien revoluciones que tumben el régimen que les beneficia. De dónde surge el sentimiento del forofo del fútbol, si un equipo hoy es una empresa y sus jugadores son mercenarios (no lo decimos peyorativamente) totalmente intercambiables.

Nosotros decimos no a la proliferación de la energía nuclear, no a la existencia de planes de investigación y fabricación de armamento moderno y no a otros muchos asuntos que además no vamos a tratar de justificar. No son necesarias largas argumentaciones lógicas que avalen nuestras posturas. No llenaremos líneas con datos que nos apoyen. Y no lo haremos porque son posiciones que no parten de esos lugares y a las que no hemos llegado con esos mecanismos intelectuales. El deseo, el miedo, el coraje, el amor…son las verdaderas guías de nuestras vidas, y el lugar donde se alojan no está en el mundo de la consciencia. Cuatro casos (dos pintores y dos pensadores) nos vienen a la cabeza sobre intentos de acercarse a esos lugares que lindando con la razón humana se encuentran inmersos en el mundo inconsciente. Sólo a través de estados alterados de consciencia (sueños, drogas, automatismos…) este cuarteto, en la primera mitad del XX, practicó con éxito, y cada uno con distinta técnica, incursiones a esos lugares del espíritu que rigen en verdad nuestros destinos, y que son insondables a través de la lógica racional. A modo de pequeños apuntes veremos respectivamente los intentos de Walter Benjamín y Paul Klee por un lado y de André Breton junto a Wilfredo Lamm por otro. Pintura y literatura, los límites son falsos, los dicta la encorsetadora razón. Invitamos hoy a la primera pareja a tomar un cocktail de manzana con nosotros, y dejamos a la segunda para otra ocasión.

Berlinés vs Consciencia


Poética desesperanza:

Pese a ser reconocido, sobre todo en los últimos tiempos, como uno de los pensadores más importantes del siglo XX, una consideración previa se debe tener en cuenta a la hora de afrontar la obra del berlinés Walter Benjamín. No encontraremos por ninguna parte una teorización filosófica, ni nada en su obra nos recuerda formalmente a un tratado tradicional. La realidad, para nuestro autor, no es abarcable a través de conceptos abstractos y definiciones estáticas. De un modo fragmentado y marginal, en el sentido de que no aborda directamente los problemas filosóficos tradicionales, sino que estos aparecen inmersos en comentarios sobre temas tan diversos como su autobiografía berlinesa; sus consideraciones sobre el mundo del arte, con referencias imprescindibles sobre la fotografía, el circo, el teatro…; incluso participó en una de las tantas experiencias con drogas habituales en la época. Esta última referencia merece la pena comentarse por lo que tiene que ver con el espíritu de estas líneas. El proyecto de consumir haschisch y reproducir sobre el papel, siguiendo los dictados del automatismo psíquico, nos recuerda el Primer Manifiesto Surrealista de Bretón. El concepto de realidad no se termina con una definición cerrada elaborada a través de un método científico. Ni experiencia, ni razón definen con plenitud la esencia de los fenómenos. Estas incursiones en el mundo de la inconsciencia son vistas por sus agentes no tanto como la búsqueda de nuevos parámetros definidores como precisamente la huída de los parámetros conocidos. No buscan rendirse ante nuevos mecanismos  ocultos y vencidos por la razón y la vigilia, sino van en busca de la total liberación de los mismos. ¿Qué diría nuestro ser esencial, el inconsciente, si actuase libre de restricciones morales, esquemas lógicos etc…?

A nuestro modo de ver dice más bien poco, como ejemplo, vale la pena reproducir aquí unas líneas del proyecto Haschisch para comprender lo dificultoso del asunto:



“A las once de la noche, Walter Benjamin, 1,0 gramos. A las doce, risa súbita, cortos y repetidos ataques de risa. "Quisiera transformarme en una montaña de ratones".”

(Walter Benjamin, Haschisch, Taurus, Madrid, 1995, pág. 141)

Pintor ante su obra


No creo que merezca la pena enredarnos en este intento de liberación racional, pues a la vista están sus escasos resultados. Pero el empeño en encontrar lugares productivos más allá del mundo de la consciencia va a continuar. Uno de ellos es el que nos llama hoy la atención, la poesía. Que el arte tiene un lugar privilegiado en la obra de Benjamín no es discutible, pero pocas veces utiliza el autor el lirismo como forma de expresión libre. Una de ellas fue la redacción de las Tesis sobre Filosofía de la Historia. En especial la Tesis en la que el autor ilumina con palabras una imagen de Klee que le sugiere una idea que reprodujimos ya hace tiempo en http://idasdecocina.blogspot.com/2010/10/walter-benjamin-angelus-novus.html , pero que insertamos de nuevo para comprender el discurso completo.

Angelus Novus


"Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. Se ve en él a un ángel al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los ojos desencajados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la historia debe tener ese aspecto. Su cara está vuelta hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no puede plegarlas. Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas, mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo. Tal tempestad es lo que llamamos progreso."

¿Cómo fue la historia de la pareja?


Triste y desesperante visión de la Historia que digerimos ayudados de una impresionante ambientación musical, que gracias a la traducción de Miroslav Panciutti en su página http://desconciertos3.blogspot.com/2010/09/angelus-novus.html podemos disfrutar hoy.


Hansel and Gretel están vivos y bien
viven en Berlín
Ella es camarera en un bar de copas
Él ha tenido un pequeño papel en una película de Fassbinder  
Una noche se sientan juntos a beber schnapps y ginebra  
Y ella dice: Hansel, la verdad es que me deprimes  
Y él dice: Gretel, puedes ser una perra
Y él añade: he desperdiciado mi vida con nuestra estúpida leyenda
cuando mi único amor era la bruja mala  
Ella dice: ¿Qué es la historia?  
Y él responde: La historia es un ángel empujado de espaldas hacia el futuro  
Él dice: la historia es un montón de escombros  
Y el ángel quiere regresar y arreglar las cosas
recomponer todas las cosas que se han roto  
Pero hay un huracán que sopla desde el Paraíso  
Y ese huracán arrastra al ángel de espaldas hacia el futuro.

4 comentarios:

elena dijo...

Esa canción es de las que se clava y te acompaña, vuelve en los momentos tristes, lúcidos y a bocajarro.

Cucla dijo...

Olá, muito obrigado pela visita, estarei sempre por aqui. Gracias...

MªJosé Gimeno dijo...

JOlines, ahora ya os tengo fichados!!! Manda narices jajaja. En la próxima de gastrónomos os saludo jajaja

MªJosé dijo...

Un cóctel adecuado para la ocasión, una entrada de verdades, tristezas y más..........
saludossss