miércoles, 25 de mayo de 2011

Gin tónic picante de melón (Una de calamares I)

Gin tónic picante de melón (Una de calamares I)

Cóctel para disfrutar de las aventuras de un anciano


Receta de gin tónic picante de melón

Ingredientes: (2 personas)

½ Melón cortado a lo ancho  
Un trozo de jengibre fresco
100 ml de Ginebra Hendrick´s
250 ml de Tónica Fever tree
Dos cucharadas de azúcar moreno
Unas hojas de menta fresca recién cortada
Un limón


Jenjibre picante y siempre extraño

Subimos el nivel, vale la pena


Pues eso, seguimos con el homenaje




Elaboración:

En primer lugar retiraremos las pepitas del melón con la ayuda de una cuchara. Después sacaremos esferas pequeñas de la carne del melón usando un sacabolas y las colocaremos en un bowl. Pelaremos el jengibre y lo rallaremos sobre el recipiente. Incorporaremos la ginebra, la tónica, el azúcar y la ralladura de la corteza de un limón. Dejaremos macerando la mezcla en el frigorífico como mínimo durante una hora.
Para presentarlo, vaciaremos bien el melón, agrega un poco de menta picada, introduciremos las bolitas de melón maceradas y la mezcla de líquidos previamente colada para evitar los restos sólidos del jengibre y de la corteza de limón. 


Nos ayudan los instrumentos precisos

...para el trabajo


Una de calamares I
(Donde se explica el motivo de la redacción de estas memorias y la afición a los calamares de un anciano casi centenario)

Que con noventa y seis cumplidos le incomoden a un servidor de ustedes con exámenes de próstata semanales se puede entender. Lo que a mi juicio es indecente es la prohibición colegiada entre doctores y monjas de comerme mi racioncita de calamares de los domingos. Y no es que me considere completamente inocente en este asunto, pues se trata de una batalla que fui dejando perder poco a poco. Ya en tiempos en los que vivía mi señora hice la primera claudicación, sustituyendo el generoso vermú con que los acompañaba por uno de Coca cola. Verle feliz valía la pena, y yo no sabía como iba a acabar la historia. Años después, al ser consciente de mi viudedad intente sacarle algo positivo a tan ingrato estado, pero en vez de recuperar el aromático vino ajenjazo, un complot se urdía sin mi conocimiento. La elección a la que fui obligado por mis hijos me distanció para siempre de ellos, aunque a veces dudo si alguna vez habíamos estado cerca de verdad.

-Padre, o le quita el all i oli a los calamares o se los prohibimos.- Así fue como, lejos de recuperar el vicio completo, se me mutiló el único lazo que conservaba con aquel joven que una vez fui. Deje de ser el dueño de mi destino y pasé a ser el trasto apartado que ahora descansa en este puticlub de monjas sonrientes.

Sueños de residencia y abandono

Trabajoso all i oli (siempre sin huevo facilón)

Combinación de dioses


Sustituida la salsa de la vida por un gajo de limón, y hasta el vaso de refresco por uno de agua sin gas, pasé los últimos años vegetando al sol de este pequeño, pero acogedor jardín. Las fuerzas me han ido abandonando hasta para la insumisión, pues ya sólo me complazco con fingir algún dolor ante mis hijos, por eso de crear algo de angustia o remordimiento en ellos, o liberar premeditadamente mi vejiga sobre la ropa limpia para incordiar a estas monjas. Pero ni los unos ni las otras entran al trapo de mis fechorías y arreglan mis inocentes tropelías con constantes visitas de médicos que no encuentran razones clínicas para mis síntomas.

El invierno pasado ocurrió la catástrofe, pues sin comerlo ni beberlo fui privado de mi único momento de verdadera felicidad. Los resultados de unos análisis rutinarios confirmaban las sospechas. Los niveles de ácido úrico se habían disparado. Había que hacer algo. Mi platito de calamares en el bar de la carretera fue tachado de culpable tras un juicio sumarísimo, y condenado a una estricta orden de alejamiento de mi persona que nadie hasta hoy se ha atrevido a quebrantar. Estos son los antecedentes que necesita conocer el lector de estas líneas, que para mí simbolizan las llaves que abren la puerta del pecado.

Desde la muerte de mi señora pasé a compartir habitación con el Relancio, Federico de nombre. Un enorme abuelote que se había quedado medio tarumba por culpa de un virus, que agusanó una parte de su cerebro. Y digo bien con lo de medio, pues así como su parte derecha se quedó casi inmóvil y torpe, era capaz de abrir un botellín de cerveza usando sólo los dedos de la izquierda y parte de su dentadura. Era divertido verle compartir afición conmigo, pues cada noche debían acudir seis monjas de las más lozanas para levantar su flácido cuerpo de la silla de ruedas y pasarlo a la cama. La maniobra se repetía cada mañana para llevarle a orinar al baño y adecentarle de nuevo en la silla. Pero en la soledad de las tardes, el mismo Relancio se incorporaba sin ayuda y, con una agria sonrisa, se lanzaba con cierta agilidad sobre la cama con el fin de acometer siestas de campeonato.

Las largas horas de jardín, el aburrimiento y la ausencia total de alicientes me unieron a mi compañero de un modo muy gratificante. Largas conversaciones bizantinas acortaban la espera entre las comidas, que resultaban ser los únicos momentos esperanzadores del día. Aunque siempre decepcionaban por su poca variedad y enjundia, no se puede decir que las siervas del señor tuvieran mala mano para los fogones. Sacar partido a verduras sin apaño y a todo tipo de pescados sin sustancia era un arte cultivado desde hacía siglos por ellas. Era entonces, entre sopa y borraja, cuando mi compañero y yo nos dedicábamos a sacar punta a lo humano y lo divino. Por no ir más lejos, la semana pasada inventamos un sistema de catalogación de las familias de todos los internos, en base al régimen de visitas que practicaban. No expongo aquí más que los dos tipos principales para no hacerme pesado con el asunto. Unas de las más habituales, y a la que pertenecían los de Relancio eran las estreñimiento, por acudir una vez por semana al asilo. La incomodidad del asunto, pues estamos a casi veinte kilómetros de Zaragoza, donde las residencias son sensiblemente más económicas, todavía no había vencido a la mala conciencia de haberse desprendido del familiar. Otras como la mía, con más experiencia a la espalda, espaciaban sus visitas al plazo de un mes, con lo que, y siempre según nuestra catalogación, pasaban a pertenecer al grupo de las menstruaciones. Y no me quejo, pues aún quedaba el grupo de los olvidados, en el que no me gustaría caer antes de cumplir la centuria.

Calles de antaño

Algunos guardan esencias seculares

Otros llegan a la vanguardia


El caso era que todos los domingos por la mañana, cuando unos viejos acudían solícitos a su misa habitual, los más por distraer el aburrimiento o porque ese día recibían medio cazo más de sopa de manos de las hermanas, otros recibían en el salón la visita de sus familias. Debí de caer en gracia, porque la familia del Relancio pronto me acogió con los brazos abiertos. Sucumbí a sus sobornos en forma de botellines de Ámbar. La transacción era tácita, a cambio de un par de quintos bien frescos el bienestar del abuelo me quedaba encomendado. Llegó a gustarme tanto la jugada que recibía como un incordio la visita mensual de mis familiares, mucho más cautos a la hora de vigilar mi castigado cuerpo.

Entre los familiares del Relancio pronto me sentí en un ambiente ciertamente familiar. Se trataba de una de las tantas familias que no podían ocultar su origen rural. Llegadas a la capital buscando la comodidad de la vida moderna, no se habían quitado del todo los hábitos de una vida más tradicional y tranquila. Por eso me divertía la situación que les había creado la reciente declaración del nieto menor. Con apenas veinte años y sin ningún apuro presentó en su casa a su novio de manera natural. Ni que decir tiene que el joven fue bien recibido y rápidamente integrado dentro de los avatares familiares. Pero aquello sólo fue la reacción superficial, pues el hecho hizo temblar los pilares domésticos, y cada cual asumió la situación como mejor pudo y supo. Por su parte el Relancio, contra pronóstico, supero la noticia con nota, llegando a ascender a su nieto Juancho a la categoría de ojito derecho. Por su valor, aducía el abuelo; pero el brillo de sus ojos cada vez que aparecía, y la sagacidad con la que he sido dotado para la catalogación sexual de mis congéneres, indicaban que había otros motivos ocultos y callados para aquel orgullo. En fin, eran otros tiempos.


Estampa española, su carácter

Oooooolé !!!

Historia del bacalao, desclasado nuevo rico

El objetivo por el cual paso mis mañanas sentado en el pequeño escritorio de nuestro dormitorio no responde a cuestiones literarias. No deseo transmitir a nadie las experiencias que la larga vida me ha permitido disfrutar. No es de mi gusto que nadie conozca mis vergüenzas pasadas. Me veo como un personaje importante haciendo balance de una vida llena de grandes momentos, pero tampoco la ambición es la que me mueve a realizar esta tarea. La culpa es de los calamares. Del crujido de su rebozado reciente. De su salsa de ajo penetrando en la miga de un pan crujiente recién horneado. Sabores de un Tubo de antaño, de tascas con servilletas en el suelo y palillos ensartados en largas banderillas encurtidas. De tacos de bacalao con tomate, cuando era un pescado popular y callejero. El círculo se cerraba. Vine al mundo entre calamares y con su sabor lo dejaré, aunque me cueste el esfuerzo de exprimir mi memoria cada mañana y de vencer a la vergüenza que siento cada vez que me desnudo ante un público que desconozco.

El contrato se selló con un apretón de manos entre el apuesto Juancho y yo, ante la única presencia de su abuelo y su novio, que felices se frotaban las manos pues ambos saldrían beneficiados por un pacto cuyos términos quedaban aceptados por ambas partes. Cada semana que yo le presente la redacción de un capítulo aleatorio de mi vida recibiré la recompensa de una ración de calamares con su ajoleo, pan correspondiente y regados con un generoso vermú. No podrá existir el reproche en nuestra relación. Cada cual como hombre libre será responsable de sus decisiones. Yo de mis previsibles subidas de ácido úrico y Juancho del alto nivel de conocimiento de la bajeza humana que mis relatos le otorgarán. Por otro lado renuncio, en plenitud de mis capacidades mentales, a cualquier beneficio económico que se pueda obtener con la impensable publicación de estas caóticas memorias. Las dejo para la posteridad y para sufragar cuantos platos de calamares sea capaz de ingerir mi ya exiguo organismo.


Residencia de Pedrola, desde donde recuerda nuestro amigo

Paso ahora a relatar el primero de los capítulos de mi vida que quiero traer a estas páginas. Si he elegido éste es por exigencia de mi mecenas, pues aduce que le causó tanta impresión que no dejará impasible a ningún futuro lector de mis desvaríos nonagenarios. Así pues comienza el periplo por mis agotados días.

viernes, 20 de mayo de 2011

Cocktail Oyster Manzanilla (Brindis por el Movimiento 15 de Mayo)

Cocktail Oyster Manzanilla (Brindis por el Movimiento 15 de Mayo)

Producto noble para una ocasión de lujo


Coktail Oyster Manzanilla

Brindis por los indignados

Ingredientes: (4 personas)

Cuatro ostras
Cuatro aceitunas
Un limón
Cuatro rodajas de pepino
Un vaso de Ginebra Bombay Shappire
Un vaso de Manzanilla
Una bolsa de cubitos grandes de hielo

Manzanilla popular

Combinaciones de diseño


Elaboración:

En primer lugar abriremos y extraeremos las ostras de las conchas, las pondremos en un bowl y las reservaremos junto con su agua en el frigorífico para que estén bien frías. En ese momento llenaremos un vaso con hielo picado hasta arriba. Agregaremos la manzanilla bien fría, la ginebra y el agua de las ostras. Mezclaremos bien.

Como detalle clavaremos cada aceituna y una rodajita de pepino sin pelar en un palo de brocheta. Untaremos las copas con un trozo de la cáscara de limón para que sus aceites nos besen en cada trago. Introduciremos en cada copa una brocheta, un trocito de corteza de limón y una ostra.

Con todos los elementos preparados esperando en la copa, verteremos el líquido del cocktail una vez colado sobre ellos.

Salut
Justificación de la receta:

Paseaba este humilde charolastra por las calles de su barrio esta misma tarde cuando una visión mágica me ha sorprendido, e incluso alterado el ánimo, últimamente demasiado apaciguado. La postal que me ha conquistado, a la vez me ha provocado la necesidad de crear un trago nuevo para la ocasión. Uno nuevo, rompedor.

Zaragoza clama desde su corazón.
Plaza del Pilar

Ciudadanos ejerciendo la libre expresión.
Esta vez es de descontento

La Puerta del Sol
anima el espíritu
estos días

El hecho es que mis pies me han llevado, sin tener conciencia de ello, hasta la Plaza del Pilar. Estaba allí acampado el llamado Movimiento del 15 de Mayo. La escenografía era extraña para el mundo tal y como lo conocemos. Un micrófono solitario, rodeado de una plaza repleta de gente sentada por doquier. El sistema de funcionamiento es lo que más me ha sorprendido. Allí se levantaba cada cual, en el momento en el que quedaba libre el estrado, y comunicaba al auditorio el mensaje personal que quería. No había consignas preparadas, mensajes únicos ni organizaciones de ningún tipo. He visto personas indignadas (perdón por el guiño facilón) con los canales del sistema. Eso era lo único que les unía: la evidencia de que el modelo representativo actual no funciona. Hay unas interferencias que se deben reparar, y no en base a una regeneración moral de los poderosos, que en eso ya pincharon los optimistas como los socialistas utópicos o los decimonónicos regeneracionistas. El hombre siempre vuelve a sus derroteros. La codicia, el miedo a enfrentarse al monstruo del capitalismo, la despreocupación por los asuntos ajenos son los valores imperantes en el mundo de la representación pública. Invertir el proceso de degradación sólo puede hacerse desde un punto de partida nuevo. Necesitamos una legislación clara que impida los abusos que nos avocan a la indiferencia política y al descrédito institucional. Estos son algunos de los mensajes, insisto, particulares que he podido escuchar.

1-        Un sistema electoral que manipula las matemáticas no es la mejor referencia democrática de la que partir. Favoreciendo el bipartidismo, a los partidos nacionales con fuerte implantación  o a los pequeños nacionalistas a modo de feudos se llega a la conclusión de que ninguna novedad puede llegar a tener presencia real en el mundo político.


2.         Es un grave error el hecho de que la representación política se deba llevar necesariamente a cabo a través de los partidos políticos, que además, con premeditación reciben una financiación de acuerdo a sus resultados electorales pasados. Se impide, de este modo el surgimiento de ninguna otra organización, así como la posibilidad de elegir representantes ajenos al mundo partidista.

Joaquín Costa.
La buena voluntad y...

Conde de Saint Simon.
... el cambio de moralidad,
no sirvieron en el pasado
3.         El sistema político caduco ignora, salvo en campaña electoral, todas las aportaciones que a la sociedad han ofrecido los llamados nuevos movimientos sociales desde la mitad del siglo XX. Las organizaciones ecologistas, feministas, antibelicistas, las ONG´s con finalidad de cooperación internacional, educación social, defensa de los Derechos Humanos, convivencia… viven hoy literalmente en el ostracismo para nuestros representantes. Por suerte, su presencia en la sociedad civil es tal que el desajuste acaba por desvelarse. Y parece que ha llegado el momento de integrar a los ciudadanos y sus organizaciones y acciones espontáneas en la política real.

4.         El diálogo social se lleva por derroteros fantasiosos y alejados de las preocupaciones de la gente. Sindicatos que apenas representan a nadie; extremadamente dependientes de sus hermanos mayores, los partidos; nutridos generosamente por los fondos estatales y funcionando únicamente como empresas de transmisión de información y agencias de trabajo temporal, por no referirnos a sus ingresos como empresas de formación laboral. Éstos son los que se sientan frente a una patronal que se dedica a lo que se tiene que dedicar, a defender un sistema que siga protegiendo la explotación y los resultados empresariales insultantemente abultados. Ellos se lo coman y ellos se lo beban, pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo. La fantasmagoría se destapa y convierte a sus protagonistas en caricaturas. No son los nuestros. Ellos no.

Stephane Hessel.
Juventud octogenária

José Luis Sampedro.
Lecciones de vida y arrojo
5.         Hay una mentira que se busca convertir en verdad a puro de repetirla. La abstención política es fruto de la despreocupación o la ignorancia. Y una leche. Existimos los absentistas responsables. Sabemos lo que hacemos cuando en cada cita electoral nos paseamos por delante del colegio electoral, metemos la nariz por la entrada, y salimos corriendo con nauseas agrias. Ignorar el hecho de que una parte cada vez mayor de la sociedad ejerce el derecho a la abstención consciente y punitiva es un error tan grande como el hecho de que los votantes lo son por convencimiento. No sólo estamos los que no votamos por falta de fe en el sistema, sino que una mayoría de los que acuden fieles a la cita, lo hacen a la contra. El voto del miedo, del menos malo. Ese es el panorama real electoral por estos lares. Descreídos en el exterior del sistema y temerosos en el interior. Si no es el momento de apretar las tuercas al poderoso, no lo será nunca.

José Saramago.
Éste no faltaría a la cita
Y por todo lo dicho hasta aquí y debido a una patología clínica que padezco desde que era pequeñito, quiero rendir un sentido homenaje a la gente con la que he pasado la tarde. No contarán con mi presencia en sus actos. No me manifestaré por su lucha. Y esto parece una contradicción después de lo escrito hasta aquí, pero es mi patología, el pesimismo innato la que provoca la imposibilidad total de pertenecer a ningún grupo, organización o movimiento. Pero lo que si que puedo es simpatizar con un grito sincero, indignado y lleno de conciencia política. Se infectará, no soy un inocente. El monstruo se los tragará como una galletita, no soy un ignorante. Pero mientras el grito perdure el la Plaza del Pilar tendrán mi apoyo, y como lo único que creo que hago bien en este mundo es crear sabores que nos acerquen a la felicidad, hoy trabajo por ellos. Para todos los indignados del 15 de Mayo, este cocktail para brindar por la victoria, esa utópica victoria. Amunt, amunt, que dicen nuestros queridos vecinos. Salut, charolastras.

Propuesta a la vieja usanza panfletaria.
Un lujazo

miércoles, 18 de mayo de 2011

Rissotto de gin tónic al tapenade de anchoa (Las bienaventuranzas charolastras)

Rissotto de gin tónic al tapenade de anchoa (Las bienaventuranzas charolastras)

Gin tónic conceptual de cuchillo y tenedor


Receta de Rissotto de gin tónic al tapenade de anchoas


Ingredientes tradicionales: lima,

agua tónica,

y licor de marinero.


Ingredientes: (4 personas)

40 cl de ginebra Bombay Shappire
80 cl de tónica Fever tree
24 gr de agar-agar
Jengibre fresco rallado
Una lima
4 tazas de arroz El Brazal
200 gr de Boletus Edulis
8 tazas de caldo de pescado
4 dientes de ajo
120 gr de queso crema
Azafrán
Sal
Aceite de Oliva virgen Extra El Alcorcí (Alcorisa) D.O. Bajo Aragón
Pimienta
Una lata de anchoas de L´Escala
Olivas negras de Aragón
perejil
Ocho tomates desecados al sol de Caspe


Momias que vuelven a la vida

Arroz de buenas aguas

Oro negro

Y de otros continentes

Elaboración:

Para la gelatina de gin tónic:

Mezclaremos la tónica con la ginebra. En una cacerola pondremos la mezcla al fuego junto con el agar-agar. Cuando esté disuelto introduciremos el resto del gin tónic y luego colaremos para evitar que se formen grumos. En una placa cubierta con film, colocaremos la gelatina haciendo una lámina fina. Dejaremos que gelifique.

Para el rissotto:

En aceite caliente, rehogaremos los dientes de ajo laminados y añadiremos los Boletus cortados en dados de 1 cm. Agregaremos el arroz y dejaremos refreir un poco dando vueltas. Añadimos el caldo y el azafrán. Dejaremos cocer  removiendo para que suelte el almidón y no se agarre. Cuando este cocido, salpimentamos y añadimos el queso crema dando vueltas para que se disuelva y ligue el arroz.

Para el tapenade estilo garum:

Trituraremos las anchoas junto con las aceitunas y el perejil con un poco de agua para aligerar. Cortaremos los tomates a cuchillo en una picada muy fina. Mezclaremos todo en un conjunto a la vez que iremos añadiendo en forma de hilillo el aceite de oliva.

Montaje:

Dispondremos la gelatina en unos recipientes individuales para dejarla atemperar en el fondo de los mismos. Encima de la gelatina rallaremos el jengibre fresco. No es recomendable su abuso en el caso de que no guste mucho el picante (huelga decir que nosotros abusamos, claro). Encima pondremos el risotto, asi quedarán las capas perfectamente diferenciadas. Colocaremos un gajo de lima clavado en el arroz. Por último esparciremos unas gotas de nuestro garum por encima del conjunto, lo que le dotará de un aroma y colorido enriquecedor. Para los más rococós se puede añadir todavía la ralladura de lima por encima para que nos evoque el aroma a gin tónic que nos encontraremos en el fondo del recipiente.


Presentaciones jugosas

Justificación de la receta:

Escribimos estas líneas hoy debido a una imperante demanda que está llegando a nuestro conocimiento. En la pasada entrada expusimos con precisión lo que significa la pertenencia al club de los charolastras. Del mismo modo y para facilitar el ingreso al club a los interesados, expusimos la profesión de fe, que básicamente consistía en la lectura con espíritu abierto del decálogo. Para facilitar su comprensión nos permitimos le licencia de zaragocear su contenido, creando la versión maña del decálogo charolastra. Será por pertenecer a una generación educada en el nacinalcatolicismo, pero lo cierto es que desde la publicación del decálogo, y tras numerosas declaraciones de nuevos ingresos charolastras, nos ha llegado una avalancha de peticiones de todo un cuerpo dogmático para esta nueva religión. Parece que no estamos dispuestos a pertenecer a un grupo que ofrezca verdadera libertad de acción. O será que nos puede más la tradición ritual católica, pero el hecho es que los nuevos feligreses charolastras afirman necesitar ritos y oraciones regladas para facilitar su actividad espiritual. Es por ello que hoy abordamos el tema de la Bienaventuranzas charolastras.


Sermón de la montaña

San Mateo en versión Caravaggio,
aunque no sea el evangelista, éste nos cae mejor

Del mismo modo que Mateo, y en menor medida el escueto Lucas, nos relatan cómo Jesús desde una colina lanzó bienaventuranzas a su grey, nos disponemos a hacerlo nosotros a los que las necesiten. En primer lugar recordaremos las evangélicas referencias, para que se comprenda el tipo de lenguaje, en exceso simbólico y sin atender en ningún momento a criterios de racionalidad. Según Mateo, su Dios-hombre habló así desde la colina:

“ Bienaventurados los pobres de espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos. (Versículo 3)
Bienaventurados los mansos: porque ellos poseerán la tierra. (Versículo 4)
Bienaventurados los que lloran: porque ellos serán consolados. (Versículo 5)
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados (Versículo 6)
Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia. (Versículo 7)
Bienaventurados los limpios de corazón: porque ellos verán a Dios. (Versículo 8)
Bienaventurados los pacíficos: porque ellos serán llamados hijos de Dios. (Versículo 9)
Bienaventurados los que sufren persecución por la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. (Versículo 10)”


Nuevo profeta charolastra
Bienaventurados
http://youtu.be/k01Qsd4hJ5c

Pues eso, bienaventurados sean por ello los miembros de esta religión tan antigua como curiosa. Desde nuestra posición preferimos, sin adherirnos por completo las bienaventuranzas que nos propone nuestro congénere Joan Manuel Serrat, que las mejoró en el sentido de elevar la dignidad humana. La idea de ser humano que se presentaba hace veinte siglos, sobre aquella colina, exalta sin límites la filosofía del esclavo. Viene a decirnos que nos quedemos contentos con la vida miserable que nos ha tocado vivir, porque una vez pasemos a la vida eterna seremos premiados. A nuestro entender, el cantautor catalano-charnego-aragonés lo que hace es pedir al cielo un adelanto para los miserables de la tierra. Si nos van a dar algo allí arriba, nos podían dar un adelanto. Al ser poeta, como no podía ser de otra manera nos lo canta con palabras llenas de calor y color, y aprovecha para exponer una cr´tica social siempre tan necesaria, que pasamos a reproducir aquí:

“La vida te la dan
pero no te la regalan.
La vida se paga
por más que te pene.
Así ha sido desde que Dios
echó al hombre del Edén,
por confundir lo que está bien
con lo que le conviene.

Si a plazos o al contado
la vida pasa factura,
rebaña y apura
hasta las migajas.
Que si en cada alegría
hay una amargura,
todo infortunio esconde
alguna ventaja.

Bienaventurados los necios que se arriesgan a prestar consejos
porque serán sabios a costa de los errores ajenos.

Bienaventurados los pobres porque saben, con certeza,
que no ha de quererles nadie por sus riquezas.

Bienaventurados los adictos a emociones fuertes
porque corren buenos tiempos para la gente marchosa.

Bienaventurados los dueños del poder y la gloria
porque pueden informarnos de qué va la cosa.

Bienaventurados los que alcanzan la cima
porque será cuesta abajo el resto del camino.

Bienaventurados los que catan el fracaso
porque reconocerán a sus amigos.

En cualquier circunstancia
por lastimosa que sea,
busca la manera
de comer perdices;
que a pesar de lo alto que
nos coloquen el listón,
hay que brincar
con la intención
de ser felices.

Bienaventurados los castos porque tienen la gracia divina
y la ocasión de dejar de serlo a la vuelta de la esquina.

Bienaventurados los que aman porque tienen a su alcance
más de un cincuenta por ciento de un gran romance.

Bienaventurados los que están en el fondo del pozo
porque de ahí en adelante sólo cabe ir mejorando.

Bienaventurados los que presumen de sus redaños
porque tendrán ocasiones para demostrarlo.

Bienaventurados los que contrajeron deudas
porque alguna vez alguien hizo algo por ellos.

Bienaventurados los que lo tienen claro
porque de ellos es el reino de los ciegos.”


Nuestro púlpito

Nuestra alegría

Pues bien, llegados a este punto, los charolastras debemos señalar también, pues es nuestro derecho, quiénes serán los más bienaventurados dentro de nuestra sociedad. Nos limitaremos a enumerar ocho grupos, como hizo el nazareno, o al menos eso nos cuentan los evangelistas, que por cierto nunca estuvieron ahí. Como esta enumeración de meritos no está basada en ninguna otra referencia anterior, y debido a que el alubión de nuevos miembros está localizado fundamentalmente en la capital del Ebro, el lenguaje que utilizaremos será directamente el dialecto maño, de este modo se facilitará la comprensión de usuario de las mismas. Así que sin más comentarios ni preámbulos pasamos a enumerar las bienaventuranzas. Imagínensenos subidos en un lugar elevado, cual colina bíblica, por ejemplo el sacrosanto campanario de la Catedral de la Seo, o una de las defensas del Puente de Piedra, o las más prosaicas y divertidas tablas del escenario del Plata (cada cual tendrá su elevación imaginaria preferida); y desde allí proclamamos:

“Bienaventurados los que corren riesgos porque sólo ellos conocerán la gloria

Bienaventurados los que anhelan la felicidad continua porque ellos la lograrán en algunos instantes

Bienaventurados los que no se someten a voluntades ajenas porque no formarán parte de ningún rebaño

Bienaventurados los que se niegan a trabajar en la viña de algún señor, porque así podrán hacerlo en la suya propia

Bienaventurados los que no se inmiscuyen en la vida de los demás, porque así podrán intentar llevar las suyas a buen puerto

Bienaventurados los que no buscan imponer su moralidad como espíritu de las leyes, porque conocerán el verdadero significado del respeto

Bienaventurados los espíritus libres, porque se dará al individuo lo que es del individuo y al individuo lo que es del César

Bienaventurados los hijos de Caín, porque con los jarretes de los ternasquitos Abeles se hacen unos estofados de rechupete”

Pues si lo dice Barón Rojo,
no seremos los charolastras quienes digamos que no.
Hijos de Caín
http://youtu.be/QXoFeK-82WY

jueves, 12 de mayo de 2011

Paletilla de Ternasco asado con mole (Y tu mamá también)

Paletilla de Ternasco asado con mole (Y tu mamá también)

Un idasdecocina charolatra entre sacos de mole: Felicidad

Receta Ternasco asado con mole


Exportable si hubiese visión amplia

Simetrías perfectas

Señal y prueba de calidad

Ingredientes: (4 personas)

Para la carne asada:

Cuatro paletillas de ternasco
Aceite de Oliva Virgen extra D.O. Bajo Aragón
Vino blanco de Cariñena
Un limón
Sal

Versión vaga, la nuestra

Colorido excitante
Para el mole: (Para ser sinceros, nosotros y casi todos los mexicanos lo compramos hecho, bien del industrial, o en mercados en polvo para rehidratar, pero si hay algún valiente, ahí queda eso)

Diez chiles anchos desvenados y dorados en aceite
500 gr  de chocolate puro
50 gr. de almendras machacadas
50 gr. de nueces machacadas
50 gr. de pasas
100 gr de sésamo tostado
Una rama de canela
Diez bolas de pimienta
Cinco clavos de olor
10 gr de cominos
Tres dientes de ajo
Sal al gusto


Nuestros asuntos en el D.F.
El mole corría como nuestro vino

Elaboración:

En una fuente de barro o la misma bandeja del horno echaremos un chorretón de aceite de oliva virgen extra. Colocamos el ternasco entero o cortado en trozos grandes procurando que la parte interior de la carne quede hacia arriba. Salaremos. Untaremos con aceite, con el vino blanco y el perejil por encima del ternasco. En el horno que habremos precalentado diez minutos antes, meteremos todo, y a 220º lo tendremos una hora. Es necesario comprobar que no se quede seco, para ello iremos añadiendo jugo cuando lo requiera.

A la hora sacaremos el ternasco, le daremos la vuelta y le añadiremos un majado hecho con los ajos, perejil, aceite de oliva virgen extra y un poco de zumo de limón. Meteremos otra vez en el horno y lo tenemos otra media hora más. Lo que sí es importante es gratinarlo (con el calor sólo por arriba) al final del proceso.

Mole tradicional

...o vanguardista


Llega la hora de la salsa. En primer lugar calentaremos un litro de caldo de verduras en una olla grande en la que se irán integrando todos los ingredientes. Añadiremos todos los jugos del asado para darle sustancia y transmitir todos los sabores de la carne. Una vez hiervan el caldo y los jugos del asado, añadiremos a la olla el resto de ingredientes, excepto el chocolate. Cuando estén bien cocidos los chiles, licuaremos el conjunto (En su defecto usaremos una batidora y colaremos). La sal y el chocolate se añaden al mole al final, para que se desbaraten con el calor. Removeremos con una cuchara de palo constantemente para que no se pegue y que vaya espesando al reducir el líquido.

Como advertencia final hemos de añadir que el salseo mexicano no es comparable al español. Aquí tenemos la costumbre de rociar con salsa el ingrediente principal, pero el espíritu excesivo del mexicano, literalmente baña el ingrediente en salsa. Por lo tanto, lo correcto es cubrir por completo, ya en el plato, el ternasco de mole, haciendo incluso un buen charco en el fondo para untar un buen pan de hogaza. Sincretismo cultural, ¿de eso se trata, no?

También saben lo que es un buen vino
Baja California



Justificación de la receta:

La decisión arriesgada de intentar hermanar algo tan nuestro como el ternasco (asado, nada menos) con una salsa mexicana, nace de una necesidad de los idasdecocina. Lo cierto es que entre nuestras muchas filiaciones (casi nunca oficiales) tales como nuestra afinidad por el ecologismo de documental, el ateismo feligrés, el anarquismo de salón (de té) y otros artificios; pertenecemos a uno de los grupos más interesantes que podemos encontrarnos hoy en el panorama actual asociativo: los charolastras. No tiene carácter gremial, no es necesaria la inscripción ni ningún rito bautismal, tanto el número como la identidad de sus socios es desconocida para todos. Entonces, es de justicia preguntarse qué es y cómo se hace uno charolastra. La respuesta es la misma para las dos cuestiones, pues la lectura de su decálogo como profesión de fe, te incluye automáticamente en el grupo, y su cumplimiento es la única actividad que llevará a cabo el socio charolastra como tal.


Mercados y abarrotes ..... nostalgias

Nuestra suite en Veracruz, ¡ojo!, con desayunador

Debido al carácter local mexicano del contenido del decálogo, sus afiliados zaragozanos nos hemos visto en la necesidad de traducirlo a nuestros usos y costumbres mañas, con el fin de extender estas consignas entre la población de nuestra ciudad. Del mismo modo y dada nuestra costumbre de acompañar ideas y recetas, hemos creído necesario adaptar una elaboración mexicana a nuestros códigos culinarios. Así, acompañar una hermosa paletilla de nuestro ternasco con una salsa tan vistosa y enigmática como el mole, nos parece de un buen gusto tremendo. Hasta el momento, nuestra experiencia con  el negruzco mole se reducía a su fórmula original de pollo o cerdo, pero la idea de presentarla con una nueva carne nos ha vencido. Aquí sólo va la idea y la sugerencia, cuando la hayamos probado de verdad, expondremos el resultado en este mismo foro.


Un lugar para apuntar

Feliz con mis picantes

Como la idea de incluirnos en un club tan selecto como el de los charolastras surgió hace unos años a propósito de una película, dividiremos en tres el contenido de esta entrada. En primer lugar describiremos las sensaciones que el largometraje nos provocó. Introducidos ya en harina, pasaremos a enumerar el decálogo charolastra en su versión original. Una propuesta de vida muy cercana a nuestra visión del mundo. Como colofón y verdadera intención de este humilde post, terminaremos con una adaptación de los mandamientos a nuestro lenguaje de la ribera del Ebro.


A la espera de unas botanitas

Y tu mamá también, lecciones aprendidas y olvidadas

Antes de exponer aquí nuestra particular interpretación profunda del film, se hacen necesarias unas líneas de resumen argumental. Tenoch (Diego Luna) y Julio (Gael García) son dos jóvenes mexicanos, inseparables amigos de diferente clase social pero similar manera de entender el mundo, que en una boda conocen a Luisa (Maribel Verdú), una atractiva mujer española esposa del primo de uno de los muchachos. Para impresionarla la invitan a un imaginario viaje que los amigos supuestamente van a emprender. Ella no les hace mucho caso pero, por ciertas circunstancias en su vida, Luisa decide posteriormente aceptar la invitación. Los jóvenes, sorprendidos, no tienen más remedio que organizar el viaje a la mítica playa de Boca del Cielo para que Luisa no se dé cuenta de la mentira. En el viaje el trío experimentará un torbellino de emociones que los cambiará profundamente.



Tres vidas y un destino, y por el medio un largo camino ritual. Así que nos encontramos ante tres posiciones muy bien diferenciadas:

Filosofía animal: así denominamos el punto de partida del viaje. Los protagonistas se mueven cada uno en su mundo, pero la fuerza que rige sus vidas la reciben cada uno de su lado animal. Los jóvenes no tienen más inquietud que la de satisfacer sus instintos más primarios. Bebida, comida, droga, sexo y compañía; cinco valores a los que responden todas sus acciones. El hedonismo y el culto al individuo es supino, pero no por ello deja de serlo el de la protagonista femenina. Perteneciente a una generación más adulta, la experiencia ya le ha enseñado que la juventud acaba y que los compromisos de la vida doman el espíritu y despiertan de los sueños. Algo en su vida le hace recuperar el espíritu inquieto y aventurero de sus compañeros. La responsabilidad y los deberes desaparecen por causas que no queremos desvelar, y su disposición a compartir el viaje iniciático con los jóvenes se torna favorable. No serán compañeros en igualdad, pues la inocencia de los muchachos les presenta como vírgenes ante una vida que les va a poner a prueba, mientras que Luisa será su Cicerone en la aventura, la que les advertirá de los peligros, la que les intentará corregir cuando les vea a punto de caer en las trampas que ella sufrió. Así pues una filosofía de partida que va a ser puesta en peligro durante un prometedor viaje de transición a la vida adulta.

Viaje interior y de placeres físicos


Filosofía de la experiencia: Llega un momento en la vida de cualquiera en que sin darnos cuenta adquirimos una serie de obligaciones que nos impide seguir preocupándonos en exclusiva de nuestros apetitos. Alienación lo llamaba Marx, sublimación Freíd, conservadurismo nosotros. La elección de tales obligaciones debería producirse en libertad. Lo que viene a mostrar el guión que hoy tratamos es que son muchas las veces en las que esas trabas en la vida nos las ponemos sin ser conscientes de ello. Presión de la tradición, de la familia, de los valores dominantes, de las ideologías, del miedo a la libertad y al encuentro cara a cara con la felicidad o con uno mismo. Sea como sea, la experimentada protagonista adopta un punto de vista resabiado. Como un guía espiritual trata de conducir en el viaje a sus compañeros. Les hace mirarse dentro ante cada una de las pruebas, les reprende en cada ocasión en la que traicionan su verdadera voluntad. El cenit del argumento se alcanza en una escena memorable, cuando la influencia de Luisa , ayudada de la desinhibición que provoca el alcohol, les lleva a los tres a desatar el deseo que verdaderamente anida en sus corazones. Un trío de lujo se desarrolla en un marco memorable como símbolo de la libertad más absoluta. Luisa lo ha logrado, les ha conducido con acierto evitando los peligros de la senda. Los espíritus puros han hablado sin oídos para miedos, vergüenzas y pamplinas.


Escena cumbre

Filosofía del esclavo: Un hecho como la muerte de Luisa termina con el viaje a Icaria, en este caso al paraíso en la tierra, localizado en la recóndita e idílica playa del Pacífico de Boca del Diablo. Tras la muerte se produce la transformación más importante de la película. Los muchachos dejan de serlo y se presentan como dos adultos que se fuerzan a olvidar todas las enseñanzas del viaje. La vida les vence y sus vidas dejan de pertenecerles. Se produce un proceso de cosificación, así como en la antigüedad los esclavos eran considerados como objetos y no como personas que dirigen sus destinos; nuestros amigos dejan de ser dueños de sí mismos para pertenecer a la comunidad, con todas las limitaciones que ello impone. El argumento no podía terminar de otra manera. Cualquier otro final convertiría la película en un cuento de hadas. Aquí no hay Peter Panes, y campanilla tiene un cáncer de órdago que le apaga como la llama de una cerilla. Los amigos se distancian conscientes de que esa es la única forma de pasar página. Son cómplices en el pecado y el alejamiento les permite engañarse y pensar todavía tienen sueños. La mediocridad se adueña de sus vidas, lo saben, pero la cortina del olvido y el muro levantado por las mentiras que conforman el mundo les permitirá, al menos, levantarse cada mañana sin tener que vomitar de asco ante lo que les espera.  


Molotov, autores de la banda sonora charolastra


Decálogo charolastra (mandamientos)

1-        No hay honor más grande que ser charolastra.
2-        Cada cual puede hacer de su culo un papalote.
3-        Pop mata poesía.
4-        Un toque al día...la llave de la alegría.
5-        No te tiraras a la vieja de otro charolastra.
6-        Puto el que vaya a América.
7-        Prohibido casarse con una virgen.
8-        Que muera la moral y viva la chaqueta.
9-        Puto el que vaya a América (se repite).
10-      La "neta" es chida pero inalcanzable.

Y a continuación os doy un glosario de las palabras mas usadas en este film Con ellas os será más fácil seguir los diálogos de los personajes:

-A güello: sin lugar a dudas
-Cagarla: equivocarse
-Ca´on (de cabrón): significa amigo
-Coger: follar
-Culitos: tías
-Chaqueta: masturbación, paja.
-Chichis: tetas
-Chubi: porros
-Güebon: perezoso
-Hijole: caramba
-Mal pedo: mal rollo
-Neta: verdad suprema
-Chones: bragas
-Pendejo: gilipollas
-Toque: porro
-Vieja: novia

Estética chilanga y maña.
Este seguro que es de los nuestros


Decálogo charolastra mañificado (mandamientos)

1-        La patria verdadera es la taberna y el mayor honor ser charolastra.
2-        Arremójate la tripa que ya viene la calor.
3-        La clase y la etiqueta la dictan los Más Birras.
4-        Inunda tu sangre en garnacha.
5-        Intentarás cacho con todo lo que se menee.
6-        Muerte al madridismo y a quien coma con agua.
7-        Dame jamón de Teruel y dime tonto.
8-        En un mundo sin ética a los charolastras sólo nos queda la estética (la de Bumbury, claro).
9-        Muerte al madridismo y a quien coma con agua (por si todavía queda alguien).
10-      El charolastra casi nunca tiene la razón, ni falta que le hace.

La lectura, estudio y profundización de estos mandamientos te convierte en uno de nosotros. Pasarás a formar parte del club más selecto del planeta, los charolastras.    



Otra del Club Charolastra,
nuestra banda sonora mexicana