Rissotto de gin tónic al tapenade de anchoa (Las bienaventuranzas charolastras)
Gin tónic conceptual de cuchillo y tenedor |
Receta de Rissotto de gin tónic al tapenade de anchoas
Ingredientes tradicionales: lima, |
agua tónica, |
y licor de marinero. |
Ingredientes: (4 personas)
40 cl de ginebra Bombay Shappire
80 cl de tónica Fever tree
24 gr de agar-agar
Jengibre fresco rallado
Una lima
4 tazas de arroz El Brazal
200 gr de Boletus Edulis
8 tazas de caldo de pescado
4 dientes de ajo
120 gr de queso crema
Azafrán
Sal
Aceite de Oliva virgen Extra El Alcorcí (Alcorisa) D.O. Bajo Aragón
Pimienta
Una lata de anchoas de L´Escala
Olivas negras de Aragón
perejil
Ocho tomates desecados al sol de Caspe
Momias que vuelven a la vida |
Arroz de buenas aguas |
Oro negro |
Y de otros continentes |
Elaboración:
Para la gelatina de gin tónic:
Mezclaremos la tónica con la ginebra. En una cacerola pondremos la mezcla al fuego junto con el agar-agar. Cuando esté disuelto introduciremos el resto del gin tónic y luego colaremos para evitar que se formen grumos. En una placa cubierta con film, colocaremos la gelatina haciendo una lámina fina. Dejaremos que gelifique.
Para el rissotto:
En aceite caliente, rehogaremos los dientes de ajo laminados y añadiremos los Boletus cortados en dados de 1 cm . Agregaremos el arroz y dejaremos refreir un poco dando vueltas. Añadimos el caldo y el azafrán. Dejaremos cocer removiendo para que suelte el almidón y no se agarre. Cuando este cocido, salpimentamos y añadimos el queso crema dando vueltas para que se disuelva y ligue el arroz.
Para el tapenade estilo garum:
Trituraremos las anchoas junto con las aceitunas y el perejil con un poco de agua para aligerar. Cortaremos los tomates a cuchillo en una picada muy fina. Mezclaremos todo en un conjunto a la vez que iremos añadiendo en forma de hilillo el aceite de oliva.
Montaje:
Dispondremos la gelatina en unos recipientes individuales para dejarla atemperar en el fondo de los mismos. Encima de la gelatina rallaremos el jengibre fresco. No es recomendable su abuso en el caso de que no guste mucho el picante (huelga decir que nosotros abusamos, claro). Encima pondremos el risotto, asi quedarán las capas perfectamente diferenciadas. Colocaremos un gajo de lima clavado en el arroz. Por último esparciremos unas gotas de nuestro garum por encima del conjunto, lo que le dotará de un aroma y colorido enriquecedor. Para los más rococós se puede añadir todavía la ralladura de lima por encima para que nos evoque el aroma a gin tónic que nos encontraremos en el fondo del recipiente.
Presentaciones jugosas |
Justificación de la receta:
Escribimos estas líneas hoy debido a una imperante demanda que está llegando a nuestro conocimiento. En la pasada entrada expusimos con precisión lo que significa la pertenencia al club de los charolastras. Del mismo modo y para facilitar el ingreso al club a los interesados, expusimos la profesión de fe, que básicamente consistía en la lectura con espíritu abierto del decálogo. Para facilitar su comprensión nos permitimos le licencia de zaragocear su contenido, creando la versión maña del decálogo charolastra. Será por pertenecer a una generación educada en el nacinalcatolicismo, pero lo cierto es que desde la publicación del decálogo, y tras numerosas declaraciones de nuevos ingresos charolastras, nos ha llegado una avalancha de peticiones de todo un cuerpo dogmático para esta nueva religión. Parece que no estamos dispuestos a pertenecer a un grupo que ofrezca verdadera libertad de acción. O será que nos puede más la tradición ritual católica, pero el hecho es que los nuevos feligreses charolastras afirman necesitar ritos y oraciones regladas para facilitar su actividad espiritual. Es por ello que hoy abordamos el tema de la Bienaventuranzas charolastras.
Sermón de la montaña |
San Mateo en versión Caravaggio, aunque no sea el evangelista, éste nos cae mejor |
Del mismo modo que Mateo, y en menor medida el escueto Lucas, nos relatan cómo Jesús desde una colina lanzó bienaventuranzas a su grey, nos disponemos a hacerlo nosotros a los que las necesiten. En primer lugar recordaremos las evangélicas referencias, para que se comprenda el tipo de lenguaje, en exceso simbólico y sin atender en ningún momento a criterios de racionalidad. Según Mateo, su Dios-hombre habló así desde la colina:
“ Bienaventurados los pobres de espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos. (Versículo 3)
Bienaventurados los mansos: porque ellos poseerán la tierra. (Versículo 4)
Bienaventurados los que lloran: porque ellos serán consolados. (Versículo 5)
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados (Versículo 6)
Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia. (Versículo 7)
Bienaventurados los limpios de corazón: porque ellos verán a Dios. (Versículo 8)
Bienaventurados los pacíficos: porque ellos serán llamados hijos de Dios. (Versículo 9)
Bienaventurados los que sufren persecución por la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. (Versículo 10)”
Bienaventurados los mansos: porque ellos poseerán la tierra. (Versículo 4)
Bienaventurados los que lloran: porque ellos serán consolados. (Versículo 5)
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados (Versículo 6)
Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia. (Versículo 7)
Bienaventurados los limpios de corazón: porque ellos verán a Dios. (Versículo 8)
Bienaventurados los pacíficos: porque ellos serán llamados hijos de Dios. (Versículo 9)
Bienaventurados los que sufren persecución por la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. (Versículo 10)”
Nuevo profeta charolastra Bienaventurados http://youtu.be/k01Qsd4hJ5c |
Pues eso, bienaventurados sean por ello los miembros de esta religión tan antigua como curiosa. Desde nuestra posición preferimos, sin adherirnos por completo las bienaventuranzas que nos propone nuestro congénere Joan Manuel Serrat, que las mejoró en el sentido de elevar la dignidad humana. La idea de ser humano que se presentaba hace veinte siglos, sobre aquella colina, exalta sin límites la filosofía del esclavo. Viene a decirnos que nos quedemos contentos con la vida miserable que nos ha tocado vivir, porque una vez pasemos a la vida eterna seremos premiados. A nuestro entender, el cantautor catalano-charnego-aragonés lo que hace es pedir al cielo un adelanto para los miserables de la tierra. Si nos van a dar algo allí arriba, nos podían dar un adelanto. Al ser poeta, como no podía ser de otra manera nos lo canta con palabras llenas de calor y color, y aprovecha para exponer una cr´tica social siempre tan necesaria, que pasamos a reproducir aquí:
“La vida te la dan
pero no te la regalan.
La vida se paga
por más que te pene.
Así ha sido desde que Dios
echó al hombre del Edén,
por confundir lo que está bien
con lo que le conviene.
Si a plazos o al contado
la vida pasa factura,
rebaña y apura
hasta las migajas.
Que si en cada alegría
hay una amargura,
todo infortunio esconde
alguna ventaja.
Bienaventurados los necios que se arriesgan a prestar consejos
porque serán sabios a costa de los errores ajenos.
Bienaventurados los pobres porque saben, con certeza,
que no ha de quererles nadie por sus riquezas.
Bienaventurados los adictos a emociones fuertes
porque corren buenos tiempos para la gente marchosa.
Bienaventurados los dueños del poder y la gloria
porque pueden informarnos de qué va la cosa.
Bienaventurados los que alcanzan la cima
porque será cuesta abajo el resto del camino.
Bienaventurados los que catan el fracaso
porque reconocerán a sus amigos.
En cualquier circunstancia
por lastimosa que sea,
busca la manera
de comer perdices;
que a pesar de lo alto que
nos coloquen el listón,
hay que brincar
con la intención
de ser felices.
Bienaventurados los castos porque tienen la gracia divina
y la ocasión de dejar de serlo a la vuelta de la esquina.
Bienaventurados los que aman porque tienen a su alcance
más de un cincuenta por ciento de un gran romance.
Bienaventurados los que están en el fondo del pozo
porque de ahí en adelante sólo cabe ir mejorando.
Bienaventurados los que presumen de sus redaños
porque tendrán ocasiones para demostrarlo.
Bienaventurados los que contrajeron deudas
porque alguna vez alguien hizo algo por ellos.
Bienaventurados los que lo tienen claro
porque de ellos es el reino de los ciegos.”
pero no te la regalan.
La vida se paga
por más que te pene.
Así ha sido desde que Dios
echó al hombre del Edén,
por confundir lo que está bien
con lo que le conviene.
Si a plazos o al contado
la vida pasa factura,
rebaña y apura
hasta las migajas.
Que si en cada alegría
hay una amargura,
todo infortunio esconde
alguna ventaja.
Bienaventurados los necios que se arriesgan a prestar consejos
porque serán sabios a costa de los errores ajenos.
Bienaventurados los pobres porque saben, con certeza,
que no ha de quererles nadie por sus riquezas.
Bienaventurados los adictos a emociones fuertes
porque corren buenos tiempos para la gente marchosa.
Bienaventurados los dueños del poder y la gloria
porque pueden informarnos de qué va la cosa.
Bienaventurados los que alcanzan la cima
porque será cuesta abajo el resto del camino.
Bienaventurados los que catan el fracaso
porque reconocerán a sus amigos.
En cualquier circunstancia
por lastimosa que sea,
busca la manera
de comer perdices;
que a pesar de lo alto que
nos coloquen el listón,
hay que brincar
con la intención
de ser felices.
Bienaventurados los castos porque tienen la gracia divina
y la ocasión de dejar de serlo a la vuelta de la esquina.
Bienaventurados los que aman porque tienen a su alcance
más de un cincuenta por ciento de un gran romance.
Bienaventurados los que están en el fondo del pozo
porque de ahí en adelante sólo cabe ir mejorando.
Bienaventurados los que presumen de sus redaños
porque tendrán ocasiones para demostrarlo.
Bienaventurados los que contrajeron deudas
porque alguna vez alguien hizo algo por ellos.
Bienaventurados los que lo tienen claro
porque de ellos es el reino de los ciegos.”
Nuestro púlpito |
Nuestra alegría |
Pues bien, llegados a este punto, los charolastras debemos señalar también, pues es nuestro derecho, quiénes serán los más bienaventurados dentro de nuestra sociedad. Nos limitaremos a enumerar ocho grupos, como hizo el nazareno, o al menos eso nos cuentan los evangelistas, que por cierto nunca estuvieron ahí. Como esta enumeración de meritos no está basada en ninguna otra referencia anterior, y debido a que el alubión de nuevos miembros está localizado fundamentalmente en la capital del Ebro, el lenguaje que utilizaremos será directamente el dialecto maño, de este modo se facilitará la comprensión de usuario de las mismas. Así que sin más comentarios ni preámbulos pasamos a enumerar las bienaventuranzas. Imagínensenos subidos en un lugar elevado, cual colina bíblica, por ejemplo el sacrosanto campanario de la Catedral de la Seo , o una de las defensas del Puente de Piedra, o las más prosaicas y divertidas tablas del escenario del Plata (cada cual tendrá su elevación imaginaria preferida); y desde allí proclamamos:
“Bienaventurados los que corren riesgos porque sólo ellos conocerán la gloria
Bienaventurados los que anhelan la felicidad continua porque ellos la lograrán en algunos instantes
Bienaventurados los que no se someten a voluntades ajenas porque no formarán parte de ningún rebaño
Bienaventurados los que se niegan a trabajar en la viña de algún señor, porque así podrán hacerlo en la suya propia
Bienaventurados los que no se inmiscuyen en la vida de los demás, porque así podrán intentar llevar las suyas a buen puerto
Bienaventurados los que no buscan imponer su moralidad como espíritu de las leyes, porque conocerán el verdadero significado del respeto
Bienaventurados los espíritus libres, porque se dará al individuo lo que es del individuo y al individuo lo que es del César
Bienaventurados los hijos de Caín, porque con los jarretes de los ternasquitos Abeles se hacen unos estofados de rechupete”
Pues si lo dice Barón Rojo, no seremos los charolastras quienes digamos que no. Hijos de Caín http://youtu.be/QXoFeK-82WY |
1 comentario:
¡Ahora sí que he encontrado, por fin, mi religión! Yo que siempre me creí descreída. Ja, ja
Gracias porque estas Bienaventuranzas sí que se me calzan.
Por cierto, si mis entradicas son largas, las vuestras... ¿Será cosa de Charolastras?.
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