A estas alturas del mes de agosto, los afortunados que las han disfrutado, tiemblan ante la proximidad de la vuelta al curro. Lo que se propone aquí tiene como finalidad ayudar a digerir ese mal trago a través de un menú especial que cualquiera pueda preparárselo en su casa y a la vez, su alto poder alcohólico aleje los malos humores.
En primer lugar, ya que las vacaciones han podido ser sustanciosamente caras, se intentará ajustar el presupuesto. Pero pensar que puede ser una de las ultimas alegrías del año, ya que a partir de ahora básicamente nos queda currar. Asi que prepararemos la VISA que a finales de septiembre algo nos habremos recuperado.
Comenzaremos descorchando un vino blanco semidulce, se aconseja Calvente Blanco (V.T. Granada) o en defecto un Blanco de Hielo (D.O. Calatayud); para acompañar unos falsos montaditos de anchoas salmueras sobre una base de queso de oveja viejo y láminas de manzana. La elaboración es sencilla y el resultado espectacular, sobre todo si utilizamos las anchoas de L´Escala, como queso cualquier manchego o auténtico Tronchón, y las manzanas de tipo ácido (verde doncella, granny smith o similar).
Como plato principal proponemos para contrarrestar el precio del resto de la receta un excelente Borsao del año del Mercadona (1´50 Euros), un magret de pato tradicional (sobre una plancha bien caliente y sin aceitar con tres minutos sobre el lado de la grasa y uno sobre el otro). Lo interesante viene después, cuando con la gran cantidad de grasa que ha soltado confitamos unas cebolletas a fuego extremadamente lento para extraer todos los azúcares y adquiera ese color parduzco que enamora, lo malo es que esa no será la guarnición de este plato, pues el magret se debe consumir en el momento de hacerlo. Las reservaremos para el día siguiente que será duro. Volvamos a nuestro pato, ahora toca acompañarlo con unas tostaditas de pan de pasas y unas gotas de reducción de Pedro Ximénez (mejor prepararla en casa al gusto); y para los más atrevidos, prepararemos una salsera de mole (lo hay industrial excelente, pero se aconseja completarlo con frutos secos machacados y tostados).
Si todavía dura ese runrun de fin de vaciones, lo endulzaremos con un buen postre que acompañará a una botellita de Juvè i Camps brut nature abierta para la ocasión. Se trata de un mihojas de hojaldre al que sobre cada capa de hojaldre (no nos olvidemos de pincharlo con el tenedor al meterlo al horno para que no se hinche demasiado) intercalaremos una de nata y otra de densa y dulce crema pastelera.
Ya se puede apreciar que el comensal quedará satisfecho, pero al ser tan grande la pena que se quiere olvidar, mejor será que después de la cena todo el mundo salga a por las copas al bar ambientado más cercano.
Salud a todos y buena suerte en el regreso
Pepe y David
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