Rosquillas
para los Cuatro Jinetes de la
Alopecia
Sabrosas, jugosas y contundentes Además sirven para calificar la acción de gobierno: un enorme cero |
Cuatro tremendos ceros. Cuatro roscos dirigidos para los
cuatro ministros que están desmontando nuestro sistema. Cuatro jinetes calvos
con tremendos complejos de inferioridad. Cuatro frustraciones profesionales que
les hacen insensibles a los lamentos sociales. Cuatro mediocridades que se
refugian en la burocracia y la obediencia debida para ocultar sus carencias
afectivas. Con la advertencia de que en este foro no solo están bien vistos los
alopécicos, sino que se les considera distinguidos miembros del club, hoy
evaluamos a otro género de calvos: los acomplejados, los que son incapaces de
lucir calva con dignidad, aquellos cuyo sentimiento de inferioridad les empuja
al resentimiento. Las rosquillas en forma de cero pelotero que vamos a freír
hoy van dedicadas a ellos, para que no piensen que nos los recordamos en
nuestras más íntimas oraciones.
Receta de
rosquillas de anís y naranja
Ingredientes:
400 gramos
de harina de trigo
100 ml de
Aceite de Oliva
90 gramos de
azúcar
Tres sobres
dobles de gaseosa del Tigre
Ralladura y
zumo de una naranja
Una copita
de anís
Anís en
grano
Dos huevos
Aceite de
Oliva para freír
Ingredientes baratos y de los de toda la vida |
Elaboración:
En primer
lugar calentaremos el aceite con la ralladura de naranja y lo dejaremos enfriar
para que se infusione. En un vaso batidor iremos mezclando el azúcar, los
huevos, el licor, el zumo de naranja, las gaseosas, los anises y en último
lugar el aceite frito y aromatizado. Pasaremos el contenido bien batido y
emulsionado a un recipiente grande e iremos añadiendo la harina tamizada por un
colador. Amasaremos hasta que la masa quede firme, homogénea y todavía algo
pegajosa.
Con las
manos impregnadas de aceite iremos arrancando bolitas de masa. Les abriremos un
agujero en el centro e iremos modelando las rosquillas. Se deben dejar más bien
finas, pues al freírlas aumentarán bastante su tamaño.
Infusionamos el aceite |
Batimos los ingredientes líquidos |
Amasamos con la harina |
Modelamos con arte |
Freímos con buen aceite y mimo |
En una
sartén verteremos una buena cantidad de aceite que debe cubrir por completo las
rosquillas. A temperatura media (para que se cuezan bien por dentro) iremos friendo
las rosquillas en tandas pequeñas para que el aceite no se enfríe demasiado. El
color tostadito nos avisará del momento de retirarlas. Las dejaremos escurrir
sobre papel absorbente y cuando se atemperen estarán listas para disfrutarlas.
Empapadas en un buen café con leche o acompañando a un tazón de chocolate harán las delicias del más
pintado.
Los Cuatro Jinetes
de la Alopecia
¿Qué tienen en común los titulares de las carteras de
Economía y Competitividad; Educación, Cultura y Deporte; Hacienda y
Administraciones Públicas y el de Interior?
Ya están aquí: Jinetes del Apocalipsis |
Los cuatro son hombres de orden, conservadores y serios. De
esos cuya mala conciencia les impulsa a catalogarse como tecnócratas en vez de
derechones. Un servidor es tan romántico que casi añora los tiempos en los que
el facherío no tenía pudor en reconocerse como tal y lucir bigote y greñas. Hoy
se les llama técnicos, que no toman decisiones sino que gestionan, y que no
están diseñando un nuevo Estado neoliberal, sino obedeciendo las directrices de
los todopoderosos mercados. Otro
eufemismo con el que se refieren a estos cuatro tipos es el de perfil político
bajo, cuando no han sido otra cosa que eternos y acomplejados segundones.
Observando su currículum personal podemos apreciar las
causas y los efectos de sus notorios complejos de inferioridad. Luis de Guindos
(Economía y Competitividad) recibió el premio ministerial por uno de los
fracasos económicos más sonados de los últimos tiempos. Este madrileño figuró
como consejero asesor para Europa de Lehman Brothers y como director de la
filial del banco en España y Portugal, donde permaneció hasta su quiebra. Todo
un mérito para dirigir nuestros bolsillos. Vamos, un seguro de vida. Lo de José
Ignacio Wert (Educación, Cultura y Deporte) no le va a la zaga. Nada menos que
como responsable del sistema educativo español y de su cultura y deporte, nombramos
a un sociólogo. Desconozco si le resultará más ajeno un aula de secundaria, un
libro o unas deportivas. Esto es reconversión de la buena. Nombrar a alguien
como Cristóbal Montoro (Hacienda y
Administraciones Públicas) para dirigir los asuntos del fisco y de la Administración General
del Estado es todo un reto. Sobre todo porque es alguien que en su carrera
política ha dejado bien clara su animadversión al cobro de impuestos y al
concepto diabólico de Estado del Bienestar. Este viene de lejos. Buceaba en los
engranajes económicos del ejecutivo del iluminado Aznar en los tiempos del
ladrillo y las invasiones. El camaleónico personaje ha cobrado tanto como
eurodiputado, como por diputado por Sevilla, Madrid o Jaén. Un ciudadano del
mundo, vaya, no lo vayan a confundir con un cunero del XIX. Pero vaya peligro
tiene lo de Jorge Fernández Díaz (Interior). Debe de ser dura toda una infancia
en Barcelona explicando por qué se llama Jorge y no Jordi. Imagino al niño
malcarado repitiendo “es que nací en Valladolid”. Ya se sabe que los niños son
crueles, por eso se quedó sin amigos. Característica, esta, necesaria para su
sufrido cargo. No debe ser fácil aumentar la presión policial sobre la sociedad
a la vez que sustituir la seguridad pública por la privada a base de recortes.
No hay tarea que se le resista a un aplicado acomplejado.
Arruinar los bolsillos |
Misiones bien definidas: vaciar las mentes |
Destruir el Estado |
Golpear los cuerpos |
Estos cuatros jinetes han sido elegidos para una tarea para
la que tienen que estar bien coordinados: desmantelar nuestro Estado de
Bienestar para convertirlo en una sociedad liberal, egoísta y animal. Para ello
se necesitan los cuatro ingredientes rajoynianos: incultura, miseria,
desprotección y terror. Borrar del mapa a una clase media que no está dispuesta
a aceptar renuncias sociales, deshacer el Sistema Educativo democrático, tirar
por tierra un Estado que protege al débil e infundir pánico a base de porrazo.
Cuatro jinetes apocalípticos llenitos de complejos para cuatro tareas en un
plazo de cuatro años.
Hombres serios, aburridos, malcarados, prepotentes,
fracasados, carentes de prestigio, ricos, elitistas, insolidarios…y algo más
que no se nos escapa al ver la foto de grupo: alopécicos (o sea, calvos).
Y no es que la alopecia sea un punto negativo en la
biografía de nadie. En 2012 ya nos hemos olvidado de los tiempos en los que la
calvicie se veía como algo vergonzoso que se trataba de disimular con
peluquines, sombreros o peinados ridículos. Hoy es algo atractivo cuando se
luce sin complejos. Ya no se considera la cabellera como un símbolo de lozanía
y hombría. Por suerte, el canon de belleza ha cambiado y las gillettes han
hecho el resto.
No hay quien se resista a sacar un cero así |
1 comentario:
Buena mezcla! Menos mal que el agrio olor a podrido que desprenden los alopecicos se mezcla con el olor a rosquillas de mi abuela Dolores. Deduzco que será parecido al olor que desprenden las tuyas. también esas calvas me recuerdan a otra de alguien a quien siempre he considerado un héroe, otro de mis abuelos. Eso me hace pensar que queda un pequeño rayo de esperanza. Les venceremos a base de rosquillas.
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