domingo, 3 de abril de 2011

Receta de Peceto aragonés al vino blanco (Redondo a los Más Birras)

Receta de Peceto aragonés al vino blanco (Redondo a los Más Birras)

Rosadito por el interior es su punto óptimo


Receta de Peceto aragonés al vino blanco

Ingredientes

Un redondo de ternera
Aceite de Oliva Virgen Extra D.O. Bajo Aragón
2 hojas de laurel
6 dientes de ajo
4 cebollas dulces de Fuentes de Ebro
2 puerros
Cuatro cayenas secas
Una cucharada de tomillo monegrino
Una botella de vino blanco Corona de Aragón
Sal y pimienta al gusto


El trabajo bien hecho se reconoce
Presente en todas las barras decentes de la ciudad

Y éstas en todas nuestras despensas

Aromas a monegrinas estepas


Elaboración

Prepararemos en un cuenco un sabroso aliño con el que ir pincelando el redondo durante el asado. Mezclaremos un vasito de aceite, el zumo de un limón y un majado bien integrado de ajo, tomillo y laurel.

En una sartén grande iremos pochando las cebollas, los puerros y las cayenas. Cuando tengamos las verduras en el punto añadiremos buena cantidad de vino y lo dejaremos reducir quince minutos al fuego.

Hora de que el horno trabaje. Entre 180º y 200º, según el horno, debería bastar con tres cuartos de hora por kilo de carne para que quedase en su punto. Introduciremos la carne, previamente sellada en una sartén con aceite a fuego muy fuerte, para evitar que pierda los jugos durante el asado. Debemos poner atención en ir remojando con el jugo que tenemos preparado el redondo. Cada vez que hagamos el proceso le daremos la vuelta a la pieza. Faltando cinco minutos para terminar subiremos a tope la temperatura del horno para intentar que quede dorado por fuera.

Cuando la carne esté en su punto introduciremos las verduras pochadas en la bandeja de horno con el fin de que empapen todos los jugos expulsados y se impregnen del aceite y el limón que habremos vertido durante el cocinado.

Serviremos la carne en finas lonchas sobre las que dispondremos su ración de verduras y jugo. Si el punto de asado ha sido el correcto, el interior quedará algo rosado. Es lo idóneo, pues el peligro de esta receta es que la carne se reseque y adquiera textura de suela de zapato. En este caso el perro del vecino será un comensal de lujo para la ocasión.


Corte bello y honesto

Fileteado con esmero

Justificación de la receta:

Tres veces en una semana me han invadido unas letras. Tres batallas en las que decidí una dulce rendición. Se tratan de unos versos. Los de una canción redonda. Y digo redonda no por el aspecto musical compositivo, que también tiene lo suyo, sino por su sentido. No explica nada. Ningún detalle. Es de las que cada vez que la escuchas transmite un mensaje distinto. Arte de magia. Versos sabios que te observan, te analizan, te interrogan, buscan lo que necesitas y al final te ofrecen una salida. Los autores de tal fechoría, como si de viejos druidas se tratase, cocinaron hace ya más de un cuarto de siglo el conjuro. El maestro Mauricio Aznar, junto a Gabriel Sopeña moldean un borrador original escrito por Paco Calero El Conseller. Interpretada con alma roquera por Más Birras, en su versión menos fresca pero más espiritual por Enrique Bumbury (con o sin Héroes del Silencio), e incluso en tono sweet-latin-ligth por Enriquito Iglesias. Apuesta por el Rock´n´roll lleva por título. Se deduce, como nos explica Javier Aguirre, que se trata de una road movie. Un camino hacia algún lugar. Y ahí entra la magia del tema. El destino al que te dirigen esas condenadas letras cambia según las necesidades del momento. Las mismas líneas te levantan de la cama los días negros, te echan a la calle en momentos de bajón o te centran en los de desvarío, te equilibran en la demencia y te alteran las rutinas. En mi caso, y repito que por tres veces esta semana, me han asaltado hasta convertirse en la banda sonora de esta parte de mi vida. Comienzo el día silbándola sin darme cuenta entre las primeras caladas y tragos de café, y lo termino ronroneando su cíclico estribillo acompañando a la última onza de chocolate nocturno.


Genio nunca suficientemente valorado


Paseo en su barrio de Casablanca

La receta ha sido elegida en homenaje evidente a nuestro Mauricio Aznar. Por valiente, por aragonés, por argentino, por mestizo… Se trata de un corte de vacuno, aquí en España el equivalente al peceto argentino es el "redondo" y en Francia un corte muy similar es la "noix de veau".

No future

La primera vez que me asaltó la letra lo hizo un lunes. Dos versos se repetían en mi mente con aires premonitorios.

Y si quieres que te diga qué hay que hacer
Te diré que apuestes por mi derrota

Bella página de nuesra historia
Una generación nos rendimos ante su ritmo


Hay facetas de la vida en las que algunos hemos nacido con el partido perdido. Amañado de antemano, sabemos el resultado. En mi caso una de estas facetas es la total, completa y consciente falta de espíritu competitivo. Pertenezco a esa casta para los que la derrota no tiene ninguna consideración negativa. La aceptamos como viene. No sólo asumimos el Fatum clásico, como destino inevitable contra el que nada se puede hacer por mucho que se luche; sino que nos vamos de cañas con él. Conocer las limitaciones de cada uno ayuda, pero no desde el espíritu de la resignación, sino todo lo contrario. Lucharemos contra ellas, como si diésemos cabezazos contra un muro. La importancia de los actos no reside en la victoria, sino en la lucha. Si se va a fracasar en algo, mejor que sea en buena compañía y por la puerta grande.

El mostruo

A mitad de semana otros dos nuevos versos me ayudaron a salir de una nebulosa mental. Un momento de esos en los que pierdes la esperanza en el ser humano.

Larguémonos, chica hacia el mar
No hay amanecer en esta ciudad

Aportaremos con valor nuestro granito


Vaya dosis de crudeza nos aportan estas líneas. Dos símbolos de la tradicional oposición entre el bien y el mal, entre la realidad y los sueños, entre lo posible y lo anhelado, entre el hoy y el mañana. Habitamos en una ciudad llena de ruido y aburrimiento. La basura se nos acumula en las aceras y la única luz que guía los pasos emana de unas oxidadas farolas que apenas proyectan una penumbra. Ante este panorama, del que sabemos que no vamos a salir, los corazones valientes se rebelan. El monstruo invencible organiza un mundo feo y descolorido, pero frente a su obra putrefacta oponemos nuestros sueños de libertad. Los que hundimos nuestras raíces en el estepario interior sabemos muy bien que esos sueños residen en un lugar concreto: el mar. El horizonte  infinito rompe las barreras de la rutina. Cada ola barre y limpia con espuma blanca los tiránicos envites de la bestia. Cada golpe de resaca nos atrae,  impidiéndonos olvidar que otro mundo mejor existe y que debemos luchar por aportar algo bueno. Despertar un día, montarse en la moto y llegar hasta la costa. Observar cómo sube la marea y rascar del bolsillo de los vaqueros el polvo que nos atenaza. Apretarlo con el puño y convertirlo en granitos de arena que arrojaremos en la playa. Debemos dejar algo bueno. Construir nuevos paisajes que asedien a la ciudad. Vencer a la bestia con un golpe de muerte. De muerte por envidia.

Esperanza

Ya en pleno fin de semana el estribillo final de la canción me provocó un subidón de dimensiones cósmicas. No sólo brillaba la esperanza, sino que se mostraba clara la solución al problema, el arma de combate.

Late el corazón

Ritmo de corazón y guitarra


No es un verso. Ni siquiera forma parte de la propia canción. En una interminable repetición nos la concluye resumiendo en tres palabras el sentido profundo. Como si de una plegaria se tratase nos regala la clave. El manual de funcionamiento del individuo. Si los versos anteriores nos iban evocando imágenes y sentimientos encadenados y mágicos;  este remate nos desvela el conjuro, la piedra filosofal con la que enfrentarse al sufrimiento. El enemigo poderoso nos asfixia, pero nosotros tenemos el remedio.

Frente a la tiranía del monstruo
Late el corazón
Frente al puchero vacío
Late el corazón
Frente al ocaso sangrante
Late el corazón
Frente a unos ojos tristes
Late el corazón
Frente a una nube de certezas
Late el corazón
Frente al ave rapiñera
Late el corazón
Frente a los deberes sin hacer
Late el corazón
Frente a las orlas insignes
Late el corazón
Frente a una merienda sin chocolate
Late el corazón
Frente a una escuela vacía
Late el corazón
Frente a un niño sin escuela
Late el corazón
Frente a una cigüeña estéril
Late el corazón

Distintas versiones:

Más birras: <iframe title="YouTube video player" width="640" height="390" src="http://www.youtube.com/embed/CBO8TlZoVyQ" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Héroes del Silencio: <iframe title="YouTube video player" width="480" height="390" src="http://www.youtube.com/embed/9jiUPeJ3_4Q" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Enrique Bumbury: <iframe title="YouTube video player" width="480" height="390" src="http://www.youtube.com/embed/Np8go45aW14" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Gabriel Sopeña: <iframe title="YouTube video player" width="480" height="390" src="http://www.youtube.com/embed/D6kaCElVtqk" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Bumbury y Sopeña: <iframe title="YouTube video player" width="480" height="390" src="http://www.youtube.com/embed/pOaSDzzr6Yg" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Loquillo: <iframe title="YouTube video player" width="480" height="390" src="http://www.youtube.com/embed/01xs9PZZa6A" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

 

7 comentarios:

Mayte✿ dijo...

Late el corazón con ganas de largarse al mar y dejar la primavera esta que persigue a todos y disfrutar de un buen corte de peceto, de esta deliberación por vía libre entre letras que llega llena de sabores y sensaciones. Delicioso todo el momento, no solo por la receta.

;)

La cocina de mi abuelo dijo...

como os cuidais por esa parte, para la próxima me autoinvito, jajaj

Anonymous dijo...

"¡No les quepa la menor duda de que Colón no fue feliz cuando descubrió América, sino cuando estaba por descubrirla; no les quepa la menor duda de que el momento más elevado de su felicidad se dio, tal vez, tres días antes de descubrir el Nuevo Mundo, cuando la tripulación, amotinada y desesperada, por poco cambia el rumbo de la nave h...acia Europa, hacia atrás! La cuestión no estaba en el Nuevo Mundo, qué importaba eso. Colón murió casi sin haberlo visto, y en esencia sin saber lo que había descubierto. La cuestión está en la vida, única y exclusivamente en la vida, en el proceso ininterrumpido y eterno de descubrirla, ¡de ningún modo en el descubrimiento! [...]

(Ippolit, en "El Idiota". Fedor Dostoyevsky)

Mama de Lennon

cocina-dos dijo...

Mama de Lennon, no se puede decir mejor ni falta que hace. Muac (Tenemos que hacer algo juntos, y prontito)

MªJosé Gimeno dijo...

Primero, la receta me encanta y la tendré en cuenta para futuras ocasiones.
Segundo, en cuanto he leido el título me ha venido a la cabeza Apuesta por el Rock&Roll, aunque tengo que reconocer que me quedo con Cash (la chica más guapa de la ciudad).
Tercero, cada día me gustan más vuestros posts jeje.
Besicos

Morguix dijo...

Vaya pedazo de redondo... ¡una maravilla!.
Besos.

Pakiba dijo...

Buena receta y buen comentario.
Estará de muerte !!!!