domingo, 1 de mayo de 2011

Receta de ensalada Extremoduro (Voces femeninas I)

Receta de ensalada Extremoduro (Voces femeninas I)


Jugosa como el mensajede los Extremoduro.
Sube la adrenalina


Receta de ensalada tibia de confit de canard, patata escabechada y pecorino romano

Ingredientes:

Una lechuga
Un tomate
Una cebolla
Un confit de canard desgrasado y deshuesado
150 gr de queso pecorino romano partido en trozos bastos
Aceite de Oliva Virgen Extra Alcorcí (D.O. Bajo Aragón, Alcorisa)
Vinagre de manzana
Sal


Las migas de pato extraen su grasa

Elaboración:

Difícil tarea la de explicar a alguien cómo preparar una ensalada, pero algunos consejos pueden ayudar a la hora de disfrutarla. En primer lugar, y con la parte vegetal bien lavada y escurrida, prepararemos la base sobre la que dispondremos los elementos más originales. Así mezclaremos la lechuga, la cebolla en juliana y el tomate y colocaremos el conjunto en el centro de un plato grande o fuente ensaladera. Todavía sin aliñar procederemos a cortar las patatas en gruesas rodajas que colocaremos alrededor de la ensalada. Es el momento de añadir la sal y unas gotas de vinagre de manzana, que le dará el dulzor necesario para hermanar con el pato. Preferimos hacerlo ahora y no después del aceite para que éste no recubra los ingredientes a modo de película protectora e impida que penetre la sal y el vinagre.

Calentaremos el confit desmigado previamente en una sartén pequeña sin engrasar, pues el pato todavía extraerá más grasa que ayudará a que quede jugosito. Dispondremos las migas rodeando la ensalada. Partiremos como si de picar hielo se tratará el queso en pequeñas piedrecitas y lo esparciremos por encima de toda la ensalada. Y por último verteremos sobre todo el conjunto el oro líquido. En este caso hemos elegido un aceite de Alcorisa que nos recuerda toda la tradición ancestral de los mases de la zona y de todos los masieros que todavía conservan los secretos de la tierra. Secretos que ignorados por los modernos urbanitas que somos, consiguen concentrar en sus botellas de aceite. Abrir una botellita de Alcorcí es como desvelar el grito de una naturaleza que sólo disfrutamos ya en documentales siesteros, y que nos recuerda incansablemente un mensaje de lo más trascendental: “recordad que sólo estáis de paso, disfrutad lo que podáis que eso es lo único que os llevaréis por delante.”


Presentación en sociedad

Apunte femenino:

Aunque por muchas veces se nos identifique como mujeres a quienes escribimos por este foro, no tenemos la suerte de serlo. No podemos ocultar nuestra condición, aunque insistamos en tratar de ver el mundo de una manera poco dogmática, siempre acompañará a nuestros pensamientos el tufillo masculino. Esa es la razón principal de que queramos hacer este experimento que comenzamos hoy. Hemos elegido a tres plumas femeninas de verdad para que nos expongan tres reflexiones de las que siempre están rondando por nuestras entrañas. El criterio para elegir a estas tres personas no ha sido casual, pues cada una de ellas representa para nosotros un estadío de pensamiento. En primer lugar buscamos a alguien que reflexionara libremente sobre el nivel social del mundo. Alguien cuyo enfoque vaya por los derroteros cotidianos de la vida. Que vea de manera esclarecida al ser humano en su lucha diaria en busca de su identidad individual. Alguien auténtico. En segundo lugar buscamos a alguien que superado el individuo, tenga una visión política del mundo. Una persona de las que todavía ve posibilidad real de mejorar el mundo desde el ejercicio sano y comprometido del poder. Por ello nos decidimos por invitar a una mente inmune al descreimiento. Por último nos decidimos por pedir ayuda a alguien que nos ayudase a reflexionar sobre el nivel estético. Habiendo sobrevolado las dos visiones anteriores del ser humano sin encontrar certezas absolutas, y muy en sintonía con la visión actual de estos humildes idasdecocina; la mujer convidada expresará su fe en el único nivel verdaderamente reconfortante para el alma, el estético. Ya lo decía nuestro Maquinavaja: “En un mundo sin ética, a la gente decente sólo nos queda la estética”. Desde la posición inocente de fe en el ser humano individual, pasando por el reclamo del compromiso político como posible solución a los problemas del mundo y llegando a la postura de que el arma más mortífera con la contamos para enfrentarnos al mundo es la Belleza; iniciamos hoy la ronda de colaboraciones femeninas de verdad. Gracias a nuestras tres mujeres por ayudarnos en nuestros desvelos.


Voz femenina.
Una aspiración eterna de
los idasdecocina

Voces femeninas I (por Belén)

La verdad es que mantengo que la vida es un camino por el que andamos más o menos conscientes de estar haciéndolo. Sólo nos pertenece a nosotros, a nadie más. Aunque a veces la unimos a otra persona, a un sueño, un trabajo, un lugar o una fe, sabemos que somos los únicos dueños de nuestros destinos.

Esta canción nos habla del camino a recorrer. La vereda de la puerta de atrás, tan transitada por perdedores de toda índole, no puede llevar al campo de la desolación; merece también su cuidado, su mimo. Porque en ella también crecen flores a cada instante. Somos millones de personas, cada una tenemos un esquema mental que tratamos de encajar entre las demás personas que nos rodean.



Nos contaba el bueno de Serrat que “de vez en cuando la vida nos besa en la boca” (http://youtu.be/uFUn0WxA1VY). Así que yo creo que se trata de aceptar esos momentos según se nos vayan presentando y ya está. La verdad es que siempre he creído (aunque es sólo una opinión personal) que Serrat y Extremoduro tienen el mismo fondo, pero con distinta forma.

Esclarecido


Es un misterio tanto el significado como el objetivo del camino. Yo aun no tengo ninguna certeza, pero quiero dejar de lado la vereda de la puerta de atrás e intentar que la flor me vaya marcando el camino. Como digo, esta es una canción para perdedores. Yo siempre estuve de su lado porque soy una de ellos: Somos un gran ejército, aunque no todos se dan cuenta de su pertenencia a este inmenso grupo. O puede que sí, pero tratan de negarlo siguiendo normas y consignas. Esas normas que nos obligan a apilarnos en larguísimas y ordenadas filas. Colas para ir al médico, para buscar trabajo, para viajar o para disfrutar de nuestro ocio; quizá con la única meta de diluir la derrota propia entre la de los otros miles de personas que forman la cadena del sometimiento. Hay otros miles de perdedores que jamás se reconocerán en este grupo. Les basta una casa enorme, zapatillas de marca o un colegio privado para sentirse muy arriba. Son los mediocres pequeñoburgueses. Igual de fracasados que las personas que forman las colas del fútbol, pero con el ego más subido. Se creen en posesión de un éxito que está vacío.

Así que los perdedores como yo, que somos conscientes de serlo, seguimos y seguiremos anclados al fracaso y a la derrota. Aunque una toma de conciencia general de nuestra condición y la creencia firme de que las cosas pueden cambiar, debería de bastarnos para conseguir esa metamorfosis que nos llevará a ser dueños de nuestra vida y de nuestra libertad.

Poetas de una generación


Para todas esas minorías que son conscientes de su condición de perdedores, como yo, pero que a pesar de ello no se dejan vencer y siguen luchando día a día y con todo mi cariño, va dedicada este temazo de Extremoduro.

La puerta de atrás, sin
perder el norte



La vereda de la puerta de atrás

Si no fuera porque hice colocado
el camino de tu espera
me habría desconectado;
condenado
a mirarte desde fuera
y dejar que te tocara el sol.
Y si fuera
mi vida una escalera
me la he pasado entera
buscando el siguiente escalón,
convencido
que estás en el tejado
esperando a ver si llego yo.
Y dejar de lado la vereda de la puerta de atrás
por donde te vi marchar
como una regadera que la hierba hace que vuelva a brotar
y ahora es todo campo ya.
Sus soldados
son flores de madera
y mi ejército no tiene
bandera, es sólo un corazón
condenado
a vivir entre maleza
sembrando flores de algodón.
Si me espera
la muerte traicionera
y antes de repartirme
del todo, me veo en un cajón,
que me entierren
con la picha por fuera
pa que se la coma un ratón.
Y muere a todas horas gente dentro de mi televisor ;
quiero oír alguna canción
que no hable de sandeces y que diga que no sobra el amor
y que empiece en sí y no en no.
Y dejar de lado la vereda de la puerta de atrás
por donde te vi marchar
como una regadera que la hierba hace que vuelva a brotar
y ahora es todo campo ya.
Dices que a veces no comprendes qué dice mi voz .
-¿cómo quieres que esté dentro de tu ombligo?-
si entre los dedos se me escapa volando una flor
y ella solita va marcando el camino.
Dices que a veces no comprendes qué dice mi voz
¿cómo quieres que yo sepa lo que digo?
si entre los dedos se me escapa volando una flor
y yo la dejo que me marque el camino
Fuente: musica.com
Extremoduro




3 comentarios:

Mayte✿ dijo...

Me ha encantado tu entrada de hoy...además de la receta, invita a devorar y reflexionar, palabras y delicias!!!

Un besiño :D

Anonymous dijo...

La vida tiene sentido porque uno nunca sabe que final le espera. Esta canción es perfeta porque no habla de amor ni desamor. Habla de la vida, en la que se incluyen muchas cosas más. Aunque de vez en cuando le perdemos el sentido y no viene mal preguntarse de vez en cuando sobre ello. El problema viene cuando te obsesionas. Seguro que este poema-canción nos ayuda a no dejarnos vencer.

mama de Lennon

Teresa en "Casa Tere" dijo...

Yo no me veo capaz de hacer un comentario tan extenso y reflexivo ...... me gusta la entrada, la ensalada me parece perfecta y me caeis fenomenal.
Un besazo