miércoles, 18 de abril de 2012

Receta de mojones de queso (panecillos de queso con forma de lacitos)


Receta de mojones de queso (panecillos de queso con forma de lacitos)

La similitud con la forma deseada la fui consiguiendo sin dificultad.
Atención, peligro, advertencia: 

La lectura de las líneas que vienen a continuación puede herir la sensibilidad de cualquier curioso. La causa no reside en imágenes impactantes, ni en posturas ideológicas extremistas. No se trata de mostrar contenido pornográfico ni violento. La razón de un posible ataque de asco por parte del lector tiene fundamentos escatológicos. El hecho es que se pretende compartir una receta original de migosos y delicados panecillos con una forma un tanto especial. He de reconocer que conforme trabaja en ellos, a la vez que una sonrisa en el rostro, una larga serie de términos venía a mi cabeza. No sé si por la similitud de las formasde los panecillos, o por la situación política nacional, pude comprobar la riqueza de la lengua de Cervantes en lo relativo a un concepto que me daba vueltas en la cabeza. Llegué a contar hasta diecisiete maneras distintas de referirse a los excrementos humanos. Unos de ellos eufemísticos, como excremento, defecación o evacuación; otros asimilados desde el mundo animal, como boñíga, moñiga, cagarruta, gallinaza, bosta, guano o estiércol; algunos utilizados en el mundo de la medicina, como heces o deposición; y por fin otros que describen sin complejos el término aludido, como caca, mierda, mojón, cagada o zurullo.

Dorados, crujientes, esponjosos y aromáticos.
Al terminar la receta decidí acudir al diccionario de la RAE para confirmar la exactitud de los significados, y descubrí que todos ellos, en mayor o menor medida, servirían para referirse a la caprichosa forma que fueron adquiriendo los panecillos. Advertido está el escrupuloso, el débil, el tendente a la aprensión y el políticamente correcto. No siga si no está seguro de poder terminar la larga lista. Diecisiete entradas del diccionario, que a buen seguro podrían incrementarse con las aportaciones que desde aquí, humildemente, solicito a quien pudiese enriquecer la escatológica enumeración. Dedicado por igual a los jefes del Gobierno y del Estado de España, por la moralidad y ejemplaridad de sus comportamientos recientes (liquidar por placer un Estado del Bienestar y una manada de elefantes no debe de ser tarea sencilla), ahí dejo mi particular investigación léxica:

1. Boñiga: f. Excremento del ganado vacuno.
2.Moñiga:f. col. boñiga.
3.Caca: f. coloq. Excremento humano, y especialmente el de los niños pequeños.
4.Mierda: f. Excremento humano.
5.Mojón: m. Porción compacta de excremento humano que se expele de una vez.
6. Cagarruta: f. Porción de excremento de ganado menor.
7. Cagada: f. Excremento que sale al evacuar el vientre.
8. Deposición: f. Evacuación de vientre.
9. Excremento: m. Residuos del alimento que, después de hecha la digestión, despide el cuerpo por el ano.
10. Gallinaza: f. Excremento o estiércol de las gallinas.
11. Bosta: f. Excremento del ganado vacuno o del caballar.
12. Heces: f. pl. Excrementos
13. Estiércol: m. Excremento de cualquier animal.
14. Guano: m. Materia excrementicia de aves marinas.
15. Defecación: f. Acción y efecto de defecar. (Defecar: tr. Expeler los excrementos.)
16. Evacuación: f. Acción y efecto de evacuar. (Evacuar: tr. Dicho de un ser orgánico: Expeler excrementos u otras secreciones.)
17. Zurullo: m. coloq. mojón (porción compacta de excremento humano).


Receta de mojones de queso

Ingredientes sencillos para un pan bien trabajado
Ingredientes:

500 gr de harina de fuerza blanca
Una cucharadita de sal
Un sobre de levadura seca rápida
Una cucharadita de azúcar
25 gr de mantequilla
325 ml de leche entera templada
75 gr de queso semicurado rallado

Elaboración:

En un recipiente grande mezclaremos la harina tamizada, la sal, el azúcar y la levadura. Mezclaremos todo integrando la mantequilla en dados y la mitad del queso rallado. Practicaremos un agujero en el centro y verteremos la leche. Amasaremos hasta lograr una masa más bien blanda.

Ingredientes secos
Colocaremos la masa sobre una superficie limpia y enharinada y seguiremos amasando hasta que adquiera una textura homogénea y elástica. Dejaremos reposar durante media hora o hasta que doble su tamaño.
Dividiremos la masa en ocho partes iguales y formaremos con ellas unos  bastones alargados con los que formaremos un nudo. Los colocaremos los nudos espaciados sobre una bandeja de horno que habremos engrasado y enharinado para evitar que se peguen durante la cocción.

Levado...

...troceado...

...y moldeado.

Batiremos dos yemas de huevo y pintaremos los lacitos generosamente, para que durante el cocinado adquieran un tono oscuro y brillante que nos recordará a algo de lo que hemos hablado más arriba. Sobre la capa de yema espolvorearemos el queso rallado sobrante.

Atados y bien atados.

Espolvoreados de sabroso queso

Detalle del mojón "nevado"
Introduciremos la bandeja en el horno precalentado a 180 grados y dejaremos cocinando los panecillos unos 20 minutos, o hasta que éstos se hinchen y doren. Cuando alcancen el punto idóneo los sacaremos del horno y los dispondremos sobre una rejilla para que se enfríen a temperatura ambiente de manera homogénea. Otra posibilidad es comerlos calientes, pues doy fe (no me pude resistir) de que así resultan todavía  más esponjosos.

Resultado final exitoso
Sugerencia y nota de cata:

Estos panecillos de formas caprichosas pueden utilizarse para cualquier ocasión. Ideales para rellenar con crema de cacao o confituras y empaparlos en un buen café con leche. Muy recomendables para acompañar cualquier comida o incluso para preparar bocadillos. Pero la manera que a mí me parecen más resultones es usarlos al modo de los bagels: abiertos por la mitad, generosamente untados con queso crema y disponiendo a la manera de bocadillo un par de buenas rodajas de salmón ahumado. Un ligero toque de mostaza haría la combinación insuperable, y pediría descorchar una buena botella de vino blanco de la tierra a gritos. En esta ocasión, un sencillo Macabeo de Montesierra puso la nota perfecta a los mojones de salmón y queso.

No apto para escrupulosos

1 comentario:

Cecilia dijo...

Entusiasmo que no rechazo es lo que he sentido. De hecho, tengo para el osado recopilador de vocablos escatológicos una aplauso guardado para el día que nos encontremos. Claro que voy a dárselo tras propinarle un "pedagógico cachete" (también nada correcto políticamente) por no haberme guardado, ¡como poco!, uno de esos "chorizos" (otro eufemismo habitual y muy relacionado con nuestro tema alimenticio central)tan apetecibles. ¡Imperdonable!. Con lo que me gusta el salmón, con queso (Brie, mejor que los filadélficos, para mi gusto) entre una rica medianoche...¡ya me estoy relamiendo y poniendo verde de envidia!. ¡Otra muestra de que el hambre, a mí, no me la quitan ni tus 17 sinónimos ni la forma más realista!. Un beso mientras tanto.