Receta
de mojones de queso (panecillos de queso con forma de lacitos)
La similitud con la forma deseada la fui consiguiendo sin dificultad. |
Atención, peligro, advertencia:
La lectura de las líneas que
vienen a continuación puede herir la sensibilidad de cualquier curioso. La
causa no reside en imágenes impactantes, ni en posturas ideológicas
extremistas. No se trata de mostrar contenido pornográfico ni violento. La
razón de un posible ataque de asco por parte del lector tiene fundamentos
escatológicos. El hecho es que se pretende compartir una receta original de
migosos y delicados panecillos con una forma un tanto especial. He de reconocer
que conforme trabaja en ellos, a la vez que una sonrisa en el rostro, una larga
serie de términos venía a mi cabeza. No sé si por la similitud de las formasde
los panecillos, o por la situación política nacional, pude comprobar la riqueza
de la lengua de Cervantes en lo relativo a un concepto que me daba vueltas en
la cabeza. Llegué a contar hasta diecisiete maneras distintas de referirse a los
excrementos humanos. Unos de ellos eufemísticos, como excremento, defecación o
evacuación; otros asimilados desde el mundo animal, como boñíga, moñiga,
cagarruta, gallinaza, bosta, guano o estiércol; algunos utilizados en el mundo
de la medicina, como heces o deposición; y por fin otros que describen sin
complejos el término aludido, como caca, mierda, mojón, cagada o zurullo.
Dorados, crujientes, esponjosos y aromáticos. |
Al terminar la receta decidí acudir al diccionario de la RAE
para confirmar la exactitud de los significados, y descubrí que todos ellos, en
mayor o menor medida, servirían para referirse a la caprichosa forma que fueron
adquiriendo los panecillos. Advertido está el escrupuloso, el débil, el
tendente a la aprensión y el políticamente correcto. No siga si no está seguro
de poder terminar la larga lista. Diecisiete entradas del diccionario, que a
buen seguro podrían incrementarse con las aportaciones que desde aquí,
humildemente, solicito a quien pudiese enriquecer la escatológica enumeración.
Dedicado por igual a los jefes del Gobierno y del Estado de España, por
la moralidad y ejemplaridad de sus comportamientos recientes (liquidar por
placer un Estado del Bienestar y una manada de elefantes no debe de ser tarea
sencilla), ahí dejo mi particular investigación léxica:
1. Boñiga: f. Excremento del ganado vacuno.
2.Moñiga:f. col. boñiga.
3.Caca: f. coloq. Excremento humano, y
especialmente el de los niños pequeños.
4.Mierda: f. Excremento humano.
5.Mojón: m. Porción compacta de excremento
humano que se expele de una vez.
6. Cagarruta: f. Porción de excremento de
ganado menor.
7. Cagada: f. Excremento que sale al evacuar el
vientre.
8. Deposición: f. Evacuación de vientre.
9. Excremento: m. Residuos del alimento
que, después de hecha la digestión, despide el cuerpo por el ano.
10. Gallinaza: f. Excremento o estiércol de
las gallinas.
11. Bosta: f. Excremento del ganado vacuno
o del caballar.
12. Heces: f. pl. Excrementos
13. Estiércol: m. Excremento
de cualquier animal.
14. Guano: m. Materia
excrementicia de aves marinas.
15. Defecación: f. Acción
y efecto de defecar. (Defecar: tr. Expeler los excrementos.)
16. Evacuación: f. Acción
y efecto de evacuar. (Evacuar: tr. Dicho de un ser orgánico:
Expeler excrementos u otras secreciones.)
17. Zurullo: m. coloq. mojón (porción compacta de excremento humano).
Receta de mojones de queso
Ingredientes sencillos para un pan bien trabajado |
Ingredientes:
500 gr de
harina de fuerza blanca
Una
cucharadita de sal
Un sobre de
levadura seca rápida
Una
cucharadita de azúcar
25 gr de
mantequilla
325 ml de
leche entera templada
75 gr de
queso semicurado rallado
Elaboración:
En un
recipiente grande mezclaremos la harina tamizada, la sal, el azúcar y la
levadura. Mezclaremos todo integrando la mantequilla en dados y la mitad del
queso rallado. Practicaremos un agujero en el centro y verteremos la leche.
Amasaremos hasta lograr una masa más bien blanda.
Ingredientes secos |
Colocaremos
la masa sobre una superficie limpia y enharinada y seguiremos amasando hasta
que adquiera una textura homogénea y elástica. Dejaremos reposar durante media
hora o hasta que doble su tamaño.
Dividiremos
la masa en ocho partes iguales y formaremos con ellas unos bastones alargados con los que formaremos un
nudo. Los colocaremos los nudos espaciados sobre una bandeja de horno que
habremos engrasado y enharinado para evitar que se peguen durante la cocción.
Levado... |
...troceado... |
...y moldeado. |
Batiremos dos
yemas de huevo y pintaremos los lacitos generosamente, para que durante el
cocinado adquieran un tono oscuro y brillante que nos recordará a algo de lo
que hemos hablado más arriba. Sobre la capa de yema espolvorearemos el queso
rallado sobrante.
Atados y bien atados. |
Espolvoreados de sabroso queso |
Detalle del mojón "nevado" |
Introduciremos
la bandeja en el horno precalentado a 180 grados y dejaremos cocinando los
panecillos unos 20 minutos, o hasta que éstos se hinchen y doren. Cuando
alcancen el punto idóneo los sacaremos del horno y los dispondremos sobre una
rejilla para que se enfríen a temperatura ambiente de manera homogénea. Otra
posibilidad es comerlos calientes, pues doy fe (no me pude resistir) de que así
resultan todavía más esponjosos.
Resultado final exitoso |
Sugerencia
y nota de cata:
Estos
panecillos de formas caprichosas pueden utilizarse para cualquier ocasión. Ideales
para rellenar con crema de cacao o confituras y empaparlos en un buen café con
leche. Muy recomendables para acompañar cualquier comida o incluso para
preparar bocadillos. Pero la manera que a mí me parecen más resultones es
usarlos al modo de los bagels: abiertos por la mitad, generosamente untados con
queso crema y disponiendo a la manera de bocadillo un par de buenas rodajas de
salmón ahumado. Un ligero toque de mostaza haría la combinación insuperable, y
pediría descorchar una buena botella de vino blanco de la tierra a gritos. En
esta ocasión, un sencillo Macabeo de Montesierra puso la nota perfecta a los
mojones de salmón y queso.
No apto para escrupulosos |
1 comentario:
Entusiasmo que no rechazo es lo que he sentido. De hecho, tengo para el osado recopilador de vocablos escatológicos una aplauso guardado para el día que nos encontremos. Claro que voy a dárselo tras propinarle un "pedagógico cachete" (también nada correcto políticamente) por no haberme guardado, ¡como poco!, uno de esos "chorizos" (otro eufemismo habitual y muy relacionado con nuestro tema alimenticio central)tan apetecibles. ¡Imperdonable!. Con lo que me gusta el salmón, con queso (Brie, mejor que los filadélficos, para mi gusto) entre una rica medianoche...¡ya me estoy relamiendo y poniendo verde de envidia!. ¡Otra muestra de que el hambre, a mí, no me la quitan ni tus 17 sinónimos ni la forma más realista!. Un beso mientras tanto.
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