Trinxat de la Cerdanya
Versión aragonesa y muy ortodoxa en Los Llanos del Hospital (Benasque) Lo bueno se expande con rapidez |
Si hay un producto típico de la huerta de invierno es sin duda la col de hoja. Frente a la infundada creencia de su olor pestilente durante la cocción, creo que entrar de la calle fría en un portal y verse inundado por ese olor característico es todo un placer reconfortante. En mi opinión, la preparación más acertada para consumirla es la del trinxat. Se trata de un plato típico de la cocina de la Cerdaña. Una receta de esencia catalana que últimamente ha rebasado sus fronteras de origen para llegar a nuestras mesas. Y es que cuando algo es verdaderamente bueno termina por imponerse. Como todas las recetas sublimes, la causa de su éxito es la sencillez. Col troceada muy menuda en combinación con unas buenas patatas cocidas y tocino bien troceado para engrasar. Unos ajos refritos en buen aceite de oliva para aromatizar aportan esos ecos de antaño. Comida de frío, apropiada para despedir este febrero siberiano. Las heladas de las últimas semanas han venido bien a esta humilde verdura, y nos permite disfrutarla con toda su intensidad.
Es tal la presencia de este plato sobre las mesas de esta comarca catalana que en su capital, Puigcerdà, se celebra el último sábado de febrero la Fiesta del Trinxat. El centro neurálgico de la celebración consiste en una cena popular donde no faltan como acompañantes al Trinxat unos entremeses aderezados con embutidos de la zona y el tradicional y mediterráneo xató. Incluso, animado por la promesa de la col, voy a atreverme a hacer una recomendación que probé en una variante del plato que disfruté en Barcelona. Si al tocino bien crujiente se añade a última hora unos taquitos de butifarra negra pasada por la sartén, el contraste de sabores y el colorido del conjunto suben de categoría.
Versión barcelonesa (modernidades del Born) con toque particular de butifarra negra |
Receta de Trinxat de la Cerdaña
Ingredientes (4 personas):
Un kilo de col verde de hoja
Un kilo de patatas
Cuatro lonchas gruesas de panceta de tocino
Seis dientes de ajo
Seis dientes de ajo
Col tras recibir las heladas de febrero |
Elaboración:
En primer lugar pondremos una olla grande al fuego con agua. Cuando hierva el agua, añadiremos la col a trozos pequeños y las patatas peladas y troceadas. Rectificaremos de sal y lo dejaremos hervir media hora. Se puede hacer más rápido en olla a presión, pero a los clásicos nos sigue dando reparos. Para saber si está bien cocido, pincharemos las patatas con un palillo y comprobaremos que están tiernas por dentro. Una vez bien cocido todo, lo escurriremos. Lo trituramos bien con un tenedor hasta que quede bien integrada la col y la patata. La idea no es hacer un puré homogéneo, sino que se aprecien los trozos de col.
Por otro lado calentaremos una buena cantidad de aceite en una sartén y freiremos cuatro dientes de ajo cortados en láminas hasta que estén dorados. Los retiraremos y reservaremos y en el mismo aceite freiremos la panceta de tocino hasta que quede muy tostada y crujiente. Del mismo modo la retiraremos del aceite y lo dejaremos atemperar.
En el aceite de la fritura trituraremos el resto de los dientes de ajo, esta vez crudos y los añadiremos a la col con patata. Mezclaremos todo bien para que el aceite aromatice el conjunto.
A la hora de emplatar recuperaremos los ajos dorados y la panceta para cubrir la superficie y adornar con arte.
En cualquier rincón de la comarca aparece el trinxat |
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1 comentario:
¡Dadme coles como soles en un día invernal!.A solas, rehogadas, a tu manera (que gracias a ti, he descubierto que es la que hacía mi madre, aún sin llamarla así), con aceite y vinagre (que es como me la suelo comer yo ahora: hervida y aderezada cual ensalada, templada), en el cocido, dentro de un buen rollito de primavera, a la manera alemana (con nata y carne picada), col cruda a tiras en la ensalada, ... ME ENCANTA. ¿Se nota?.
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