Un nuevo sentimiento se está gestando entre la juventud: la rabia |
Ya sabemos cómo llamar al estado de ánimo que nos provoca a
los europeos el derrumbe del Estado de Bienestar, indignación. Hessel y
Sampedro nos lo han enseñado, pero la experiencia posterior nos demuestra que
la indignación no es suficiente. Se trata de un sentimiento racional fruto de
un análisis objetivo de la situación. La tendencia neoliberal, aunque resulte
una obviedad afirmarlo, se aprovecha de una situación de recesión económica
para implantar sus principios esenciales sobre nuestras sociedades. No se trata
de adoptar decisiones transitorias para reconducir una situación coyuntural,
sino que se están creando estructuras que vienen para quedarse. Sabemos que, no
sólo es posible mantener los servicios que el Estado dispensa a sus ciudadanos,
sino que inclusopodemos aumentarlos. El Estado se sirve de ellos para
garantizar los derechos de sus ciudadanos. Tal reconocimiento de derechos es lo
que molesta al mundo neoliberal, sobre todo en el caso español, en el que esta
postura está representada por los dos partidos políticos mayoritarios. Abrir el
pastel de la sanidad, la educación, la seguridad, el transporte y las
comunicaciones, la vivienda…al mercado privado es destruir la última barrera
que se interpone entre las gigantes corporaciones y el sistema democrático. No
nos engañemos, si el ser humano ha decidido vivir en sociedad es porque le
reporta más beneficios que en estado natural. Es una vieja idea ilustrada: el
individuo cede una parte de sus libertades para hacer posible una convivencia,
donde las decisiones se adopten según el criterio de la voluntad general. La
decisión de los Estados de
autodestruirse y dejar de corregir los desajustes que provoca el mercado
descontrolado, provocará que los ciudadanos revisemos el contrato social. Si ya
no nos sale a cuenta renunciar a nuestra naturaleza animal a cambio de la
civilización, podemos decidir volver al árbol. Si nuestra pertenencia obediente
a una sociedad no satisface las necesidades por las que la fundamos, podemos
decidir acabar con ella desde sus cimientos.
Keny Arkana lanza su himno desde los auriculares |
Es mucho lo que se está jugando. En un primer momento ha
servido la anestesia de miedo. El mensaje apocalíptico lanzado desde el poder
ha calado en todas las esferas, pero no es posible engañar a todo el mundo todo
el tiempo. La verdadera intención que se esconde tras el desmantelamiento de
las medidas de cohesión social terminará por aflorar. La indignación es tan
comprensible y necesaria como insuficiente. Solo es un paso, una toma de posiciones.
Tras ella surgirá un sentimiento mucho más poderoso. Los neoliberales han
calculado mal. De la indignación a la rabia sólo hay un paso, y estamos a punto
de realizarlo. Hay señales que así lo indican. No será en las generaciones
adultas donde se geste la rabia, sino en la juventud. La más preparada de la
historia de la humanidad y la que menos tiene que perder. Desdeñada,
vilipendiada, tachada de conformista e ignorada como fuente de opinión aguarda
su momento. La explosión de rabia se está gestando, y está no se canalizará a
través de los sindicatos ni del vanguardista movimiento asambleario. No será
asumida por ninguna fuerza política tradicional. Será una explosión de rabia a
la manera de los motines preindustriales: desorganizados, vengativos y
liberadores.
Hace más de dos siglos que la rabia estalló por las calles de París |
Hoy traigo aquí una referencia musical que ilustra el
espíritu que acabo de describir. Llega de Francia como tantas cosas. Cuidado,
neocom, que éstos no son pactistas. Ya saben lo que es ver rodar reales cabezas
por las calles de París. Si fundieron los fusibles de un todopoderoso Rey Sol,
que no serán capaces de hacer con las bombillitas que hoy se instalan en el
Eliseo. Desde Marsella nace un nuevo himno. Pero esta vez es un cántico
apátrida. Nueva marsellesa que no reclama días de gloria a los hijos de la
patria, sino que anima a los hombres a refundar el contrato. Se hace necesaria
una nueva redacción, pero esta vez no será desde la calma, ni desde la
inocencia, ni desde la confianza. El hombre ha aprendido quién es quién en este
juego, y el nuevo mundo nacerá desde la esperanza en el futuro. No en balde
desde allí vienen las cigüeñas cargadas con nuestros sueños colgando de sus
picos. Cuando más oscura está la noche, cuando más hiela los corazones a la
intemperie, más cerca está el amanecer. La rabia late, todavía escondida bajo
los auriculares de millones de jóvenes a quienes se les promete un futuro
decadente. Hoy la indignación, mañana la rabia del pueblo…
La rabia del pueblo
Ok, tenemos la rabia, pero no de esa que babea.
Pregunta a Fabe, la vida cruje como nuestras suelas sobre el
pavimento.
La rabia de ver nuestros objetivos obstaculizados, de vivir
atados de manos.
La rabia grabada desde hace mucho tiempo atrás.
La rabia de haber crecido demasiado deprisa cuando los
adultos te roban la infancia.
¡Pah! Imagina un muro y un bólido.
La rabia ya que es imposible esa paz tan querida.
La rabia de ver tantos policías armados en nuestras calles.
La rabia de ver este puto mundo autodestruirse
y que siempre haya inocentes en medio de los tiros.
La rabia, porque fue el hombre el que creó cada pared,
y levantó barricadas de hormigón, ¿tendrá miedo de la
naturaleza?
La rabia que ya olvidó que formaba parte de ella, desarmonías
profundas, pero
¿a qué el mundo se fue la paloma?
La rabia de tener tan marcada la cara por las punzantes
normas.
Y luego la rabia, sí, la rabia de tener rabia desde que somos
niños.
Porque tenemos la rabia, pase lo que pase, permaneceremos en
pie.
La rabia de llegar hasta el final y hasta dónde quiera
llevarnos la vida.
Porque tenemos la rabia ya no podremos callarnos ni
sentarnos.
A partir de ahora estaremos listos porque tenemos la rabia,
el corazón y la fe.
Porque tenemos la rabia pase lo que pase, permaneceremos en
pie.
La rabia de llegar hasta el fondo de donde quiera llevarnos
la vida.
Porque tenemos la rabia ya nada podrá detenernos.
Insumiso, sabio, marginal, humanista o sublevado.
La rabia porque no elegimos nada y sufrimos todo el tiempo.
Y dado que sus elecciones están cojas todo equilibrio
desaparece.
La rabia, ya que lo irreparable se acumula desde hace un buen
rato.
La rabia pues ¿qué es lo que esperamos para ponernos de pie y
armar jaleo?
La rabia, es todo lo que nos dejan, de todas maneras, todo lo
que nos queda.
La rabia, ¿cuántos de nosotros terminarán por cambiar de
chaqueta?
La rabia de vivir y vivir el momento presente,
de elegir su futuro, librey sin su red de opresión.
La rabia, porque todo es una mierda y porque este mundo lo
acepta
y porque todos sus campos OGM esterilizan la tierra.
La rabia, para que un díael engranaje sea roto.
La rabia, porque demasiados leen "verdad" en las pantallas
de sus televisores.
La rabia porque este mundono nos corresponde.
Nos alimentan con falsos sueños para colocar sus escudos de
defensa.
La rabia porque este mundo no nos corresponde,
¡donde se ceba Babilonia mientras nosotros morimos abajo!
La rabia de creer y de hacer que las cosas cambien.
La rabia, de un Chirac, de un Sharon, de un Tony Blair o de
un Bush.
La rabia porque este mundo ve rojo pero de pintura gris se
rodea
y porque no oyen nunca los gritos cuando corre la sangre.
La rabia porque es lo peor que rozamos.
La rabia porque occidente aún no seha quitado su atuendo de
colono.
La rabia porque el mal golpea demasiado sin cesar y porque ya
no son renovados
tantos grandes conocimientos ancestrales.
La rabia, demasiadas mentiras y secretos guardados, la élite
de nuestros estados,
rica de una verdadque puede cambiar la humanidad.
La rabia porque no quieren que las cosas cambien, ¿verdad?
Prefieren guardar sus poderesy manipularnos como a sus
máquinas.
La rabia porque creemos en los ángeles y porque hemos elegido
caminar con ellos.
La rabia porque mis afirmaciones molestan.
Mira en las cuatro esquinas del globo la rabia del pueblo en
ebullición.
La rabia, sí la rabia,o la gasolina de la revolución.
Anticapitalista, altermundialista, o tú que buscas la verdad
en este mundo,
la resistencia de mañana, in sha Allah, en la víspera de una
revolución espiritual,
la rabia del pueblo, la rabia del pueblo.
Porque tenemos la rabia, esa que hará temblar tus normas.
Porque tenemos la rabia, la rabia se ha hecho con el populacho
y la rabia es enorme.
De indignados a rabiosos |
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